La secretaria de comercio exterior, Tatiana Prazeres, dijo que el pacto para el intercambio de vehículos y repuestos “está siendo revisado”. La oficina de prensa del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior indicó que no ofrecería más detalles.
Medios locales difundieron informaciones sobre la intención de Brasil de romper el pacto firmado en 2002 para liberar el comercio automotor con México debido al fuerte incremento en las importaciones, que el año pasado aumentó 40%.
El diario especializado Valor Económico informó que la decisión de romper el acuerdo sería anunciado en los próximos días, cuando regresen a Brasil los ministros de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, y de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota. No fue posible confirmar la versión con esas dependencias.
En 2011, la importación de vehículos brasileños creció cerca de 40% para alcanzar más de 2.000 millones de dólares, mientras que Brasil exportó a México 372 millones en autos y piezas de vehículos.
Un eventual rompimiento del acuerdo provocaría un drástico encarecimiento de los autos importados desde México, al verse obligados a pagar 35% de impuesto a la importación además del gravamen sobre productos industrializados, que fue aumentado el año pasado en 30% para carros producidos en el exterior.
Entre los modelos que Brasil importa de México se encuentran los Nissan modelo March, Tiida y Sentra, así como el Ford Fusion, el Fiat 500 y el Volkswagen Jetta.
Datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (ANFAVEA) de Brasil indicaron que la importación de carros en Brasil subió 30% en 2011 desde el año anterior, para alcanzar 858.027 unidades el año pasado.
En el mismo período, el licenciamiento de autos producidos en Brasil cayó 2,8% a 2,77 millones de unidades, según Anfavea.
El gobierno brasileño emitió en septiembre del año pasado un decreto que aumentó el impuesto sobre productos industrializados sobre los carros importados en respuesta al drástico aumento en la compra de vehículos en el exterior.
El aumento eximió del incremento a vehículos procedentes de países del Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguaya) y de México que tuvieran al menos 65% de componentes locales.
Con el aumento, el impuesto sobre productos industrializados para autos importados subió de 7% a 37% para autos de hasta 1.000 cilindradas, y de 11% a 41% para carros de 1.000 a 2.000 cilindradas.