México y la Unión Europea (UE) firmaron una carta de intención para asegurarse del abastecimiento de materias primas a través de la cooperación bilateral y el intercambio de información.
El acuerdo se produce luego de que varios países han restringido sus exportaciones de materias primas, incluido China, que fue llevada por esa razón a un panel ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el cual perdió.
En la más reciente de estas políticas, Indonesia informó la semana pasada que planea introducir nuevas cuotas para limitar las exportaciones de minerales, además de un arancel de 20% a los envíos de minerales de ciertas compañías.
“La carta de intención pone especial énfasis en las materias primas de origen mineral, inaugura un diálogo que promoverá el entendimiento mutuo y los flujos de información respecto de las políticas sobre materias primas entre la Secretaría de Economía y la Comisión Europea”, indicaron en un comunicado conjunto.
Parte central del interés de la comunidad Europea está en los llamados metales raros, como coltán, tungsteno y molibdeno, esenciales para varias industrias.
“Dado que ciertas economías están restringiendo las ventas para sus propias industrias, la UE requiere garantizar que pueda acceder a esos materiales”, dijo Anna Jonsson, primera secretaria de Asuntos Económicos de la delegación europea en México.
Las partes reconocieron que las materias primas son insumos indispensables para la producción industrial y la competitividad, por lo que es fundamental reducir su vulnerabilidad frente a medidas proteccionistas y alzas injustificadas de precios a escala internacional.
La carta forma parte de una serie de acuerdos de la asociación estratégica que existe entre México y la Unión Europea. Ambos funcionarios manifestaron la importancia de profundizar la cooperación bilateral en ámbitos hasta ahora poco explorados.
A principios de año, la OMC dictaminó que China imponía indebidamente diversas restricciones a la exportación de bauxita, coque, fluorita, magnesio, manganeso, silicio metal, carburo de silicio, fósforo amarillo y cinc.
Las medidas tienen un doble impacto: provocan que el precio doméstico de las materias primas se reduzca, favoreciendo a las industrias locales que los utilizan como insumo, mientras que en los mercados externos generan incrementos en los precios internacionales.