El primer ministro británico, David Cameron, y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, llamaron el viernes a aumentar el comercio y las inversiones bilaterales en áreas como infraestructura y petróleo, en auge en Brasil, y en los Juegos Olímpicos de 2016 que se celebrarán en Rio.
“Vincular Gran Bretaña a los mercados de rápido crecimiento es una de las mejores maneras de impulsar nuestro crecimiento”, dijo Cameron.
“Espero que podamos utilizar esta relación entre nuestros Juegos Olímpicos (Londres en 2012 y Rio de Janeiro en 2016) como un momento único que sirva para transformar nuestra relación de comercio e inversiones”, expresó Cameron, que dijo haber entregado el bastón de relevo de los Juegos a Rousseff.
Cameron, que viajó acompañado de la mayor misión empresarial británica que ha visitado Brasil, declaró su “absoluta confianza” en el “triunfo y el éxito en 2016” de las Olimpíadas brasileñas.
“A pesar de la crisis económica y financiera internacional, los flujos de comercio e inversión entre Brasil y el Reino Unido han registrado un continuo crecimiento; nosotros consideramos que pueden aumentar todavía más”, dijo Rousseff, en una breve declaración conjunta en el Palacio presidencial.
La presidenta brasileña citó como áreas de interés la infraestructura, petróleo y gas, defensa, servicios financieros, logística y minería. También consideró “positivo” que los “inversionistas británicos busquen nuevas oportunidades en la economía brasileña en un momento en que realizamos un gran esfuerzo de modernización de la infraestructura”.
Brasil y Gran Bretaña firmaron acuerdos de cooperación para la planificación de los Juegos Olímpicos, intercambio de estudiantes, cooperación en investigación petrolera y un acuerdo de coproducción cinematográfica que garantiza beneficios a las películas nacionales de los dos países.
Cameron inició su visita a Brasil el jueves en Sao Paulo, la capital económica del país, donde ante los industriales de la poderosa Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp) abogó por aumentar las relaciones comerciales e inversiones, pero también advirtió contra el proteccionismo.
“Intentar aislar y proteger la industria de la competencia (…) tiene costos a largo plazo”, dijo Cameron en entrevista al diario Folha divulgada el jueves, justo cuando Brasil impulsa numerosos incentivos a su industria.
Este viernes matizó el comentario al indicar que tanto él como Rousseff han declarado su compromiso con el comercio y evitar el proteccionismo.
Después de Sao Paulo, Cameron viajó a Rio, donde se reunió el jueves con Graça Foster, la presidenta de Petrobras, quien declaró su apertura a la industria británica de bienes y servicios.
Brasil tiene un ambicioso plan para explotar las millonarias reservas petroleras descubiertas en 2007 frente a sus costas y más que duplicar su producción de crudo para 2020, para lo cual precisa al sector privado extranjero.
Bajo fuertes medidas de seguridad, Cameron visitó también este viernes en Rio una ONG financiada con fondos británicos en una violenta favela del Complexo da Maré, controlada por facciones rivales de narcotraficantes.
El comercio bilateral entre Brasil y Gran Bretaña suma 5.237 millones de dólares entre enero y agosto de este año, favorable a Brasil en 567 millones, según cifras oficiales. Brasil aumentó las importaciones británicas en 10% este año, mientras que Gran Bretaña redujo las compras brasileñas en 12,8%.
