Afirmó que una vez que entre en vigor el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), China puede convertirse en un inversionista de “mayor calado” en el país latinoamericano, dentro del impulso que está dando el gobierno a sus pilares comerciales de Innovación, Inclusión y Diversificación.
“Es muy probable que la inversión de China tenga que venir a México, establecerse en México y desarrollar productos en México”, expresó la funcionaria mexicana en entrevista con Xinhua, al anticipar un entorno más favorable para la inversión una vez que el T-MEC esté vigente.
“Algunos insumos vendrán a México desde China, otros insumos se proveerán en México, y la idea es que esa cadena de América del Norte siga creciendo”, agregó De la Mora en sus oficinas de la Secretaría (ministerio) de Economía de la Ciudad de México.
La funcionaria detalló que México importa de China en gran medida maquinaria, equipo, insumos y bienes intermedios que, dependiendo del caso y una vez que son procesados, se destinan a Estados Unidos, Canadá y otras partes del mundo, en un ejemplo del rol de complementariedad que juega el país asiático en América del Norte.
Para De la Mora, las exportaciones que México realiza contribuyen en cierta medida a promover también la integración entre Estados Unidos y China, ya que una buena parte del capital chino que se encuentra en territorio estadounidense se inserta en procesos productivos mexicanos y regresa de nuevo a EEUU como producto terminado.
Esto ha sido fruto de la institucionalidad que México y China han forjado desde que formalizaron sus relaciones diplomáticas en 1972, y que ha derivado también en numerosas formas de aproximación comercial y cercanía entre ambos países, dijo.
Para la subsecretaria, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que inició funciones el pasado 1 de diciembre, tiene un gran interés de escalar la relación de México con China.
“Al final del día somos una fábrica global, estamos integrados y contribuimos con diferentes partes de la cadena, y creo que China también puede contribuir en México y puede encontrar en México a un socio ideal para agregar valor y para seguir subiendo en la cadena de valor”, dijo De la Mora.
“Creo que el tipo de relación que nosotros estamos buscando con China es mayor inversión en el sector productivo. El día de hoy China es un inversionista que suma alrededor de 1.100 millones de dólares, que es marginal con respecto al ‘stock’ de inversión extranjera directa que tenemos acumulada en México de más de 500,000 millones de dólares”, agregó.
Al enumerar los principales sectores de interés para la llegada del capital chino, la funcionaria mencionó que en la minería hay margen para que la relación crezca, aprovechando los “memorándums de entendimiento” con los que cuentan ambas naciones.
De acuerdo con De la Mora, existe un interés mutuo por incluir a la minería de forma “más institucionalizada” en la relación bilateral, aprovechando la condición de China de ser el principal importador de minerales en el mundo.
“China adquiere muchos de los minerales que México exporta, como cobre, zinc, etcétera, entonces creo que ahí también hay una forma de colaboración para no solamente la exportación de minerales, sino también empezar a pensar en cómo podemos procesar minerales en México con capital chino”, dijo.
“Yo creo que hay mucho espacio, China es un importante importador de este tipo de productos, mientras que México es un importante productor, entonces queremos llevarlo al siguiente nivel”, dijo.
En la industria automotriz local, un sector estratégico para México en el T-MEC, también se presentarán buenas posibilidades para la inversión china dada su “complementariedad natural” e incluso podría ampliarse a otras ramas de la manufactura como autopartes, equipo electrónico, maquinaria y equipo, dispositivos médicos e incluso productos químicos.
China es ya un importante inversor en autopartes, siderurgia y electrónica de México, entre muchos otros, lo que ha contribuido a que el flujo de capitales del país asiático haya crecido de los 7.000 millones de dólares en el año 2000 a 90.000 millones de dólares en el 2018, dijo la subsecretaria.
“Efectivamente sí hay nichos de mercado donde la inversión China es bienvenida y donde nosotros lo que queremos es atraer inversión productiva en el sector de la manufactura, atraer esas cadenas de valor que van a agregar a lo que ya hay en México”, dijo De la Mora.
“Van a complementar, van a poder permitirnos a la producción mexicana subir y escalar en la cadena de valor, y creo que va a crear una sinergia de beneficio para ambos”, agregó.
En materia agroalimentaria, México seguirá buscando avanzar con los protocolos sanitarios que permitan la exportación de sorgo y plátano a China, para que se sumen al largo listado de productos que ya están disponibles para la población china como el tequila, el aguacate, las moras y la carne de cerdo, entre otros.
Y en sentido inverso, China seguirá mirando a México como una plataforma exportadora de sus productos, ya que el país latinoamericano cuenta con una red de tratados de libre comercio con alrededor de 50 países, lo que representa un gran atractivo para el país asiático.
Además, México y China tienen objetivos comunes e intereses similares al formar parte de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el propio Grupo de los Veinte (G20), dijo De la Mora.
“La agenda con China es una agenda constructiva, es una agenda de mayor intercambio comercial, mayor inversión, mayor turismo, mayor intercambio cultural, buscar coincidencias políticas porque nos interesa obviamente tener un mundo pacífico, en la medida en que en nuestras posibilidades podamos contribuir”, dijo la funcionaria.
“La relación México-China es una relación que tiene un potencial enorme: China es la segunda economía global al día de hoy, México es la decimoquinta economía, entonces somos actores importantes en la economía global”, expresó.