“Esta es una licitación muy interesante porque la diseñamos con el objeto de que vengan empresas medianas y pequeñas, pero sobre todo tiene incentivos para que participen empresas mexicanas, para que vayamos transitando en camino de crear una industria mexicana privada de hidrocarburos”, dijo.
El funcionario no escatimó elogios para la licitación realizada ayer a la que calificó lo mismo de “superexitosa” que como “un notable éxito que nos llena de satisfacción” ya que se colocaron 6 de 9 bloques y 3 de 5 contratos, en un entorno donde el precio del petróleo ha caído y frente a las restricciones de inversión que tienen las empresas. Previó que las ganadoras de ayer podrán alcanzar un “pico de producción” de hasta 90 mil barriles de crudo por día.
Ponderó que las dos licitaciones iniciales de las 5 que comprende la Ronda Uno “nos arrojan ya los primeros rasgos del nuevo rostro de la industria energética mexicana” con 8 empresas nuevas de 5 países, 7 en consorcio y una individual, de las cuales 2 son mexicanas, 2 estadunidenses, una argentina-británica, otra argentina-española, una más italiana y otra británica.
“Ningún país del mundo adjudica todos (los campos que licita). Estados Unidos hace poco puso en licitación cientos de bloques y colocó 0.8 por ciento, ni uno por ciento de todos”, refirió.
Coldwell aseguró que se calcula una inversión de mil millones de dólares por el tiempo que dure cada contrato asignado, por lo que en conjunto se registrarán 3 mil millones de dólares por los contratos de la segunda licitación y 2 mil millones de dólares más por los correspondientes a la primera licitación, pero anticipó que para la cuarta licitación, referida a los campos profundos, se prevén inversiones “significativamente mayores”.
En entrevista posterior, el secretario fue cuestionado si el gobierno federal modificará la proyección que hizo originalmente sobre el monto de inversión que llegará al país con la reforma energética toda vez que no se han adjudicado todos los bloques ofertados en la primera y segunda licitación de la Ronda Uno.
“Esa evaluación la tendríamos que hacer al final de las cinco licitaciones de la Ronda Uno.
Hasta ahorita vamos muy bien, o sea, creo que tener un 35 por ciento de éxito en estas dos primeras licitaciones y estar viendo que en la tercera hay 59 empresas pidiendo ser preclasificadas son buenas señalas, reitero, en condiciones de mercado muy volátil muy adverso”, respondió.
Desestimó que a la fecha México ya se haya convertido en importador de hidrocarburos como no sucedía en veinte años al señalar que por eso se llevó a cabo la reforma energética para frenar la caída en la producción nacional que ha provocado que en los 11 últimos años se hayan perdido un millón de barriles diarios de producción porque “nos falta capital y tecnología”.
Revertir esa tendencia llevará aproximadamente 5 años, y en su ponencia en el foro precisó que se prevé que las empresas que ganaron la segunda licitación comiencen a producir para el segundo semestre de 2018 porque lo harán en aguas someras que ya tienen reservas probadas, en tanto que las ganadoras de la primera licitación lo harán en un quinquenio porque deben explorar qué reservas existen en aguas someras y las correspondientes a la cuarta licitación, referida a los campos profundos y que será “la más vasta de todas”, lo harán en 7 u 8 años más.
