El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo en su informe anual sobre la situación económica de la zona euro que el retraso en solucionar la crisis griega no es una opción viable. Esto, durante la víspera de la cumbre de la Unión Europea que se llevará a cabo el día de mañana.
En el mensaje, el organismo internacional expresa que “la prioridad es evitar que la crisis en los países de la periferia europea salpique al corazón de Europa por la vía del contagio a España e Italia y utilice el sistema financiero como canal de transmisión“.
Explica también que, en caso de que suceda el peor de los escenarios –lo que implicaría el contagio de la crisis a toda la eurozona– el crecimiento regional podría verse reducido en 2.5% y el global uno por ciento.
Ante ello el FMI, mediante el jefe de la división de la zona euro, Luc Everaert, advirtió que “se necesita más y no menos Europa“. El organismo añade que “los mercados no están convencidos“ con los esfuerzos llevados a cabo desde el año pasado para contener y terminar con la crisis que ya saltó a Portugal y a Irlanda, y “no ven solución sostenible en la mano“.
Las opciones que da el FMI son tres. La primera, el establecimiento de instrumentos flexibles para gestionar la crisis económica; la segunda, que el papel del sector privado se resuelva y, la tercera, que los bancos aumenten sus “colchones“ de capital.
No obstante, el informe evita abordar casos específicos, aunque sí enfatiza que resolver el problema griego “aliviaría la tensión que pesa sobre otros países“ con situaciones delicadas.
En general, el informe expresa que la recuperación -aunque avanza a una velocidad desigual- está “bien encaminada“. Considera que los países que “tiran de la máquina“ son Alemania, Austria, Bélgica, Francia y Holanda.
Finalmente, el FMI exhorta a todos los líderes europeos a que trabajen para dar una solución con carácter de urgente a la crisis para evitar que salpique a las economías del resto del mundo.
