En la lista de 200 productos que desde hoy se podrán internar al país sin impuestos de importación o con una reducción en el cobro del arancel, el Gobierno federal incluyó artículos que no son de consumo generalizado o popular, así como otros que desde hace tiempo los comercios fronterizos dejaron de introducir para su venta en la región porque ya no tuvieron demanda.
Además, la desgravación tendrá impacto únicamente en transacciones que realicen empresas o personas físicas registradas en el padrón de importadores, no en las importaciones realizadas por el ciudadano común que hace sus compras en comercios de Estados Unidos, indicaron funcionarios de Aduana Fronteriza y Economía.
Consultado sobre esta nueva disposición, Armando Prado, gerente de Comercio Exterior de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), indicó que para el sector, todo lo que la autoridad disponga para eliminar aranceles y les permita pagar menos impuestos es bueno.
Sin embargo, advirtió que desgraciadamente, revisando el contenido del decreto, se detectó que hay artículos caros que no tienen caso, como los abrigos de pelo fino, corbatas de seda, caviar y salmones.
“¿Qué beneficio puede ser esto? No podemos importar mercancía de consumo popular o generalizado”, afirmó, luego de realizar un primer análisis del Decreto de Competitividad y Reducción Arancelaria de la zona económica fronteriza difundido ayer.
De acuerdo con el documento, se elimina el cobro de aranceles para la importación de productos considerados en 200 fracciones arancelarias, entre los que se encuentran los alimentos enlatados de pescado, pantallas, artículos para el cuidado de la salud, vinos y licores, así como la ropa y artículos de uso industrial.
En 113 de esas fracciones se bajó el arancel general cuando su internación es a todo el país, y en otras 87 únicamente para esta zona fronteriza, se explicó.
Prado indicó que también se encontró que algunos artículos ya estaban desgravados y otros con gran demanda quedan fuera de este beneficio, como los televisores de alta definición (HD, por sus siglas en inglés), pues sólo se pueden introducir aparatos que trabajen con cinescopios.
Aunque también hay artículos que son destinados a la producción industrial, como sopletes, equipo de fundición, moldes y partes de metal, hornos de laboratorio y aparatos para tratamiento a base de vapor, entre otros.
Sobre esto, Juan Ramón Huerta León, administrador de la Aduana Fronteriza local, indicó que todavía se tienen que revisar los bienes considerados en el decreto, porque algunos de esos artículos pueden quedar aún sujetos al pago del IVA y del Impuesto Especial Sobre Producción.
Mencionó que la nueva regulación va dirigida a empresas comerciales, es decir, que quienes realicen esas importaciones deben cumplir con lo establecido en procedimientos de operación aduanera.
Los particulares, o personas físicas, podrán acogerse a la nueva disposición siempre que lo hagan a través de un agente aduanal, indicó.
Dijo que los ciudadanos en general se beneficiarán de la nueva medida de manera indirecta, porque se supone que los comerciantes al pagar menos impuestos de importación deberán vender los artículos a menos costo.
Martha Messina, subdelegada de la Secretaría de Economía federal, indicó que con el decreto, anunciado por el presidente Felipe Calderón el pasado viernes desde Tijuana, se pretende contribuir a mejorar las operaciones de las empresas comerciales y de servicio de la región fronteriza. La funcionaria también confirmó que las personas físicas o morales que deseen beneficiarse del nuevo decreto, deben estar dados de alta en el padrón general de importadores.
Aclaró que esto no significa que se amplían los productos contemplados en la franquicia de importación que tiene los residentes fronterizos ni que su monto, de 150 dólares por persona, se aumenta.
En el documento, difundido ayer en el Diario Oficial de la Federación, se menciona que la medida, en vigor desde hoy, resulta conveniente para reducir los costos de producción para aminorar el impacto de la contracción de los mercados externos en la demanda de productos fabricados en México.
