La cúpula empresarial sostiene que el objetivo central de política comercial de México debe ser el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la diversificación de mercados debe ser complementaria por las complejidades que representa el incorporarse a nuevos mercados.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en un documento intitulado, Apuntes sobre Diversificación Comercial, afirmó que México debe reforzar la relación comercial con Estados Unidos en el marco del acuerdo comercial trilateral con un apoyo en la diversificación comercial en el mediano plazo.
Especificó que la diversificación “a diferencia de la fuerte integración de las cadenas de valor en América del Norte, resulta difícil anticipar que se pudieran establecer redes de producción similares en mercados físicamente más distantes de Asia y Europa, aunque no sucede así para algunos mercados de la región latinoamericana, potencialmente”.
Una mayor diversificación comercial puede ser parte de la formación de una cadena de producción, más fragmentada, más alargada, o bien para el comercio de bienes de consumo final, pero que toma en cuenta las restricciones que plantea la lejanía geográfica, costos de distribución, tiempos de entrega y estándares de producción diferentes.
El CCE indicó que los aspectos que deben analizarse en el proceso de diversificación comercial se encuentran: oferta exportable y el gasto de inversión para la expansión de la capacidad productiva, costos asociados a la generación de información sobre el funcionamiento de los mercados en jurisdicciones con acuerdos comerciales y fuera de ellos, disponibilidad y uso de infraestructura logística, entre otros.
Finalmente, enfatizó el organismo cúpula que al final del camino las empresas son las que deciden sus estrategias de expansión comercial.
