CIUDAD DE MÉXICO — China pone nuevamente a temblar a la siderurgia global pues, dada la contracción de su producción industrial, está exportando al mundo el acero que no destina a su mercado interno. Este exceso de oferta ya ocasiona estragos en las operaciones mexicanas.
Las exportaciones de acero chino ascendieron a 84.8 millones de toneladas el año pasado, la mayor cantidad de acero exportada por un país en este siglo XXI, y más de tres veces el consumo anual de México, que es de 26.6 millones de toneladas.
Un dato preocupante para la siderurgia local, sobre todo porque a decir de las empresas, el país asiático se vale de mecanismos de competencia desleal –como triangulación y dumping- para ingresar su producto a México.
En 2014, América Latina absorbió 8% de las exportaciones de acero chino en 2014, y entre los países de la región, México se ubicó como el quinto importador, según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
Entre 2013 y 2014, reporta el organismo, las exportaciones de acero laminado de China a México crecieron 142%.
Esta sobreoferta a precios subvaluados (hasta 80% inferiores al producto local) distorsionó las condiciones de mercado y presionó los precios a la baja, principalmente de aceros comerciales o de especificaciones medias, dijo Máximo Vedoya, presidente ejecutivo de Ternium.
Hay reportes que muestran que los precios de algunos de estos productos –como laminado en caliente, laminado en frío, galvanizados y alambrones- cayeron 200 dólares en los últimos seis meses debido al producto chino.
Bedoya añadió que el impacto se ha visto en aceros comerciales o de especialidad media, no así en el de alta especialidad utilizado, principalmente, en la industria automotriz.
“(Por ello) muchas de nuestras inversiones, desde hace cuatro años, se han enfocado en productos más sofisticados”. Quizás el ejemplo más emblemático es el complejo de Pesquería, donde la firma producirá 1.5 millones de toneladas anuales de aceros especiales para la industria automotriz.
La Secretaría de Economía, encabezada por Ildefonso Guajardo, ya emprendió diversas medidas para combatir el comercio desleal, como más controles al material que ingresa subvalorado o avisos automáticos para que lo que entra sea realmente con la calidad y con la condiciones reales.
“(La dependencia) está haciendo muchas cosas para tratar de ayudar a la industria, y seguimos conversando”.
