Aunque la inflación de alimentos se ha estabilizado en América Latina y el Caribe durante el segundo trimestre de 2011, el sector rural en países como México ha manifestado preocupación debido al los impactos que está teniendo el aumento de los precios del maíz blanco en la seguridad alimentaria, informó la oficina regional de la FAO.
Entre junio de 2010 y junio de 2011, el precio mayorista de maíz blanco y de la tortilla en México aumentó 65 por ciento y 25 por ciento, respectivamente. En ese mismo periodo el precio mayorista aumentó 56 por ciento en Guatemala y 112 por ciento en El Salvador. La inflación general y de alimentos se ha estabilizado en los países de la región en el segundo trimestre de este año, según el reporte del organismo denominado “Situación y perspectivas de la seguridad alimentaria y nutricional de abril-junio”.
El maíz blanco es clave para la alimentación de Centroamérica y México ya que se utiliza para elaborar tortillas, verdaderos pilares de la alimentación en la región, especialmente para los más pobres, afirmó Alan Bojanic, representante regional Adjunto de la FAO.
Explicó que si bien los precios internacionales de los alimentos se han estabilizado en el último mes, en el 2011 se ha vivido un nuevo aumento desde el alza del 2008-2009.
Es por ello, agregó, que los gobiernos de la región se reunieron con la FAO, la Cepal y el IICA para debatir estrategias comunes como la creación de sistemas de información de precios y producción regional, la ampliación y fortalecimiento de las redes de protección social y el apoyo a la agricultura familiar.
En el estudio referido, se indica que la inflación promedio de los alimentos a nivel regional ha permanecido en un rango entre 7 y 8 por ciento durante el trimestre abril-junio de 2011, lo que se explica por la moderación de los precios internacionales y las políticas monetarias más restrictivas aplicadas por algunos países.
La inflación alimentaria tiene un gran impacto sobre los consumidores, especialmente los sectores más vulnerables, que gastan una proporción mayor de sus ingresos en alimentos, aseguró Bojanic.
A nivel global, los análisis revelan que de los cereales el maíz presenta el balance más ajustado entre oferta y demanda, con inventarios que tienden a disminuir, lo cual agrega inestabilidad a su precio.
El incremento está relacionado en cierta medida al grado de sustitución que existe entre el maíz blanco y el amarillo, que hace que los “shocks” externos de precios en amarillo se traduzcan en shocks internos en el blanco.
Así, reiteró que el maíz blanco se ve afectado por el precio internacional del amarillo, que por transarse en el mercado internacional ha mostrado una mayor volatilidad en el corto plazo.
Asimismo, conforme al mismo estudio, en Argentina, las proyecciones indican una caída de producción de 8 por ciento en 2011, debido a la falta de lluvia y a las altas temperaturas.
En Guatemala -el principal productor de maíz en Centroamérica- y México, se espera una reducción en la cosecha de maíz de 3.8 por ciento y 4.8 por ciento respectivamente, debido a fenómenos climáticos adversos.
En América del Sur, se espera en el 2011 un leve aumento en la producción y un crecimiento de las exportaciones de maíz. Las exportaciones de Brasil alcanzarán su nivel récord de 12 millones durante la temporada 2010/11, contribuyendo así a un superávit extraordinario de la balanza comercial en maíz de la región.
