Cuando Enrique Peña Nieto viajó a China como gobernador del Estado de México en 2007, se enamoró del tren magnético que conecta al nuevo Shanghai con la parte antigua de esta provincia.
El tren, construido por la paraestatal China Railway Construction Corporation (CRCC) y Siemens, alcanza una velocidad de 430 kilómetros por hora y recorre 35 kilómetros en apenas 6 minutos.
Siete años después, ya como presidente del país, Peña Nieto por fin está por hacer su sueño realidad, aunque con algunas variantes; el tren no será magnético, sino de alta velocidad, es decir, tendrá ruedas y correrá a 300 kilómetros por hora, y no irá del DF a Toluca, sino hacia Querétaro.
El 15 de octubre de este año, los consorcios que buscan participar en la licitación para construir el tren México-Querétaro deben entregar sus propuestas, la inversión estimada para el proyecto de 182 kilómetros de longitud es de 45 mil 61 millones de pesos, es decir, alrededor de 247 millones de pesos por kilómetro.
Una de las interesadas en este concurso es CRCC, que construyó el primer tren de alta velocidad en China y conecta Shanghai con Pekín, una distancia similar a la del DF con Culiacán, Sinaloa.
El recorrido entre ambas ciudades chinas es de un total de mil 300 kilómetros, que con el tren se completa en cinco horas.
La construcción de dicho tren requirió una inversión de 100 millones de yuanes por cada kilómetro construido, equivalentes a aproximadamente 220 millones de pesos por kilómetro, incluyendo la compra de terrenos, la obra civil, material rodante y los desplazamientos de personas que vivían por donde pasa, estimó Yang Zhenyu, subgerente general del departamento de Negocios Americanos de CRCC, en una reunión con periodistas mexicanos.
La empresa china ya tiene el proyecto ejecutivo listo, pero está buscando a otras compañías para aliarse en la construcción del tren México-Querétaro y ha recibido a decenas de firmas, pero hasta ahora no ha decidido con cuál presentará su propuesta, señaló una fuente de la empresa.
El consorcio estaría integrado por una firma mexicana para dedicarse a la obra civil y por una extranjera, que se encargue de la tecnología, señalización y material rodante, detalló la fuente con conocimiento de la negociación.
En un recorrido del tren de alta velocidad Shanghai-Beijing, se pudo constatar que viajar en un tren de estas características no implica movimientos bruscos.
Al contrario, las personas se tambalean mucho menos que en el Metro de la Ciudad de México e incluso, se ofrecen bebidas y comida a bordo por personal de la propia empresa.
También hay pantallas con publicidad y un indicador de la velocidad con que avanza.
Las terminales son plazas comerciales importantes, con restaurantes, tiendas y cajeros automáticos, entre otros servicios.
El boleto del tren de Shanghai a Beijing cuesta 560 yuanes, cerca de mil 232 pesos, en segunda clase; 900 yuanes, aproximadamente mil 980 pesos, en primera clase, y mil 500 yuanes, cerca de 3 mil 300 pesos, en clase VIP.
Se estima que el boleto del tren México-Querétaro se venda en 200 pesos.
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