El proyecto ha recibido el nombre de Grow America y se trata de un proyecto de ley de transporte a largo plazo que incluye consideraciones sobre renovación de vías de transporte, detección de oportunidades y colaboración con la movilidad acelerada entre otras cuestiones.
Desde hace unas semanas se ha intensificado en Estados Unidos el debate sobre la financiación de las carreteras del país y, al tiempo que cada vez surgen más voces que abogan por una necesaria subida de impuestos que ayude a obtener más fondos, desde el Congreso siguen mostrando su reticencia a adoptar una medida de este tipo.
En los últimos años la financiación de las carreteras estadounidenses ha dependido de la aprobación de leyes de transporte con un período de vigencia corto. El secretario Foxx ha manifestado que con esta nueva ley, prevista para una vigencia de cuatro años, se crearían miles de puestos de trabajo y se reforzaría la competitividad del país al mejorar las vías de comunicación.
Además, Foxx ha manifestado que es inaceptable que por parte del Gobierno y el Congreso no se haga nada antes de que se agoten los fondos del Map-21, actual fondo fiduciario que está destinando a la construcción y mantenimiento de vías de transporte por carretera y que previsiblemente agotará sus fondos para finales del verano de este año.
Aunque una ley de este tipo generaría empleo y sería un gran avance para la cadena de suministro, algunos expertos del sector han mostrado su pesimismo respecto a que esta normativa llegue algún día a ver la luz. El Gobierno, por su parte, se muestra optimista y confía en la aprobación de una nueva ley de transporte.
