Por lo que para noviembre será necesario certificar la salud del animal a exportar, así como de sus progenitores.
Lo anterior fue confirmado en una reunión a puerta cerrada por personal de Senasica, encabezada por el director nacional Enrique Sánchez Cruz, autoridades federales y locales del sector agropecuario, así como por directivos de organizaciones de productores de Chihuahua.
Entrevistado al término de la reunión, el secretario de Desarrollo Rural, Octavio Legarreta dijo que cerrar por completo la frontera al ganado de engorda provocaría un impacto fatal para el estado, ya que es la entidad más importante en todo México con un hato de exportación anual de 420 mil cabezas.
Cerrar la frontera sería terminar con una actividad muy importante en el estado en el que participan unos 30 a 35 mil productores.
Planteó que para conservar el estatus ganadero se debe revisar el marco jurídico, revisar el programa de trabajo que se va a hacer y comprometerse todos los sectores a cumplirlo.
Se dispone de un plazo de 60 días para presentar a la Secretaría de Agricultura de los Estados Unidos el plan de trabajo y el cumplimiento de lo que ahora se ha negociado. A su vez, el director nacional de Senasica, Enrique Sánchez Cruz consideró que la exportación de ganado de engorda no está en riesgo actualmente y lo que resta es que los productores cumplan con las condiciones de trazabilidad, mecanismos para medir la prevalencia de enfermedades y los compromisos asumidos con las autoridades de Estados Unidos.
Entrevistado luego de una reunión de trabajo con autoridades estatales, federales y productores pecuarios dijo que habrá un cambio en el esquema de valoración de los animales de exportación por uno que de más certidumbre a los norteamericanos.
La situación es que ahora habrá un mecanismo que permita hacer algún determinado de pruebas por individuos, por lo que se dará una rotación de los veterinarios en los hatos ganaderos.
Informó que productores y autoridades van a diseñar un esquema de sanidad, infraestructura, consolidación, planes de mercado y de dar valor agregado a la actividad ganadera en Chihuahua, sobre todo buscando credibilidad en las certificaciones y estatus sanitario.
Recalcó que México está libre de enfermedades y Chihuahua tiene una condición productiva sólida.
Enrique Sánchez dijo que lo que pide Estados Unidos ahora es buscar esquema que permitan la trazabilidad y conocer si hay algún problema que se detecte allá, porque las pruebas de exportación las hace el país que compra.
Consideró que hay que protocolizar las pruebas que se hace al ganado para comprometer su seguimiento y cumplimiento.
Informó que se trabajará un protocolo especial para la exportación de ganado de rodeo y negociarlo con la autoridad norteamericana.
NO se ve riesgo de cierre de frontera para el ganado de engorda, siempre y cuando se vayan cumpliendo los compromisos que han logrado los productores como establecer trazabilidad, organismos que permita medir la prevalecencia de enfermedades y condiciones de cumplimiento.
Finalmente señaló que se buscará una estrategia de largo plazo para consolidar la actividad pecuaria y finalmente consideró que el problema que se presentó aquí como la exportación de ganado enfermo fue que hubo mucha confianza.