El Servicio de Administración Tributaria (SAT) enfrenta un creciente problema en la Administración General de Aduanas por delitos e irregularidades en el ejercicio de las funciones de sus servidores públicos.
Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el año pasado 61 funcionarios del SAT fueron denunciados ante el Ministerio Público (MP) por irregularidades en su actuación y 862 ante el Órgano Interno de Control (OIC).
Del total de empleados denunciados ante el MP, 18 de ellos laboraban en Aduanas, mientras que al OIC fueron denunciados 374 funcionarios de esa área.
Así, la administración aduanera del SAT es la que mayor incidencia delictiva mostró en el 2012 respecto del resto de áreas del fisco.
Los principales delitos que fueron imputados a los funcionarios de aduanas fueron el cohecho, enriquecimiento ilícito, contrabando, uso de documentos falsos, así como el ejercicio indebido del servicio público.
En el 2011, 23 funcionarios de aduanas fueron remitidos al MP por la comisión de algunos de estos crímenes, pero 140 de ellos fueron acusados ante el OIC.
Las administraciones locales aduaneras implicadas en hechos delictivos fueron las Occidente, Noreste, Norte Centro, Pacífico Norte, Sur y Metropolitana.
Las administraciones generales de Recaudación y de Auditoría Fiscal Federal también registraron un incremento en el número de funcionarios acusados de cometer irregularidades y crímenes durante sus labores.
Otros delitos que también fueron cometidos por los funcionarios del SAT fueron abuso de autoridad, acceso ilícito a sistemas y equipos informáticos, coalición de servidores públicos, usurpación de profesión y peculado.
De acuerdo con Manuel Díaz, director de la comercializadora Grupo Ei, en aduanas hay distintas formas de hacer corrupción, como contrabando blanco, que es falsificar papeles y truquear las fracciones arancelarias.
Asimismo, se puede intentar liberar una mercancía como si tuviera privilegios especiales como la certificación IMMEX, triangulación de origen para evitar pagar altos aranceles o recibir sobornos para garantizar que se evite la revisión aduanal.
