El 14 de noviembre de 2015 se inauguraba la planta de conexión y transporte para gas natural en el norte de Sinaloa, la apuesta del gobierno estatal para el desarrollo de la industria en el noroeste de México.
Seis años después, la expectativa sigue ahí. Luego se vino la reforma al Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México, con jaloneos políticos y empresariales, y con ello las promesas de múltiples proyectos prometedores para desarrollar este País.
En 2018 se firmó un nuevo acuerdo comercial, llamado T-MEC, y las repercusiones ya comienzan a notrse, pero no será posible si no se concretan inversiones como la apuesta de Grupo CAXXOR.
En entrevista para ESPEJO, Carlos Ortiz, director general de la empresa, plática sobre cómo dio con uno de los mayores proyectos entre los tres países y uno de los sueños mexicanos desde el viejo tratado, el de crear una infraestructura logística que cruce el norte del País y reciba cargamentos del continente asiático, como sucede en puertos a gran escala en Estados Unidos, entre ellos Long Beach, en California.
El gobierno mexicano se ha visto interesado y empresas inversionistas también, pero en ambas ha ocurrido una traba: ¿Quién iba a pagar los estudios de factibilidad?, aquí es donde entró Grupo CAXXOR.
“Nosotros decidimos apostarle desde un inicio, poner todos los recursos para que este proyecto se hiciera desde un plan maestro financiado, cosa que es inusual que un privado lo haga, regularmente el gobierno ya gastó todo eso y empieza a invitar a los privados“, explica a ESPEJO Ortiz, el hombre que encabeza este proyecto que comenzará en Sinaloa.
El proyecto es un corredor industrial que comenzará en Sinaloa. Aún no se tiene concretado dónde será, pues hay cuatro posibles lugares que apuntan los estudios de factibilidad, uno en el norte de Sinaloa, otros dos en Mazatlán (uno al norte y otro al sur), y uno más en Cacaxtla. Este último tiene un problema, se encuentra en un área natural protegida, donde se conserva biodiversidad como la reproducción de jaguares y otros animales. Para poder desarrollarlo ahí se tendría que rodear el espacio que pertenece a esa zona.
El proyecto de corredor consta de un puerto tipo offshore que tendrá capacidad para 2 millones de contenedores y un ferrocarril con un recorrido superior a los mil 300 kilómetros hasta Texas. Pasaría por Durango y Coahuila, donde se prevé el desarrollo de parques industriales con decenas de empresas instaladas en estos. Solo para Sinaloa ya se piensa en detonar espacios para empresas manufactureras de vehículos e ingeniería aeroespacial.
CUATRO POSIBILIDADES
Hacer este proyecto involucra a decenas de expertos para valorar cada una de las problemáticas que puedan impedir la construcción del puerto y la vía ferroviaria.
Hasta el momento, no se tiene un lugar definido para iniciar las obras, pese a que existe bastante información apuntando a Mazatlán, el principal puerto turístico del noroeste de México. Tenerlo ahí ampliaría las opciones logísticas del Estado, pues ya se tiene también una carretera que atraviesa la Sierra Madre Occidental y ha provocado un incremento en el flujo de turistas desde su inauguración.
Pero eso no está definido aún, es posible que para 2022 se tome la decisión final que corre sobre cuatro propuestas geográficas. Ortiz había sido cauto con ese análisis anteriormente,hasta que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reveló que el puerto podría llevarse a Cacaxtla, en el municipio de San Ignacio, al norte de Mazatlán, donde se tiene un ‘problema’: una reserva natural para preservar la biodiversidad.
“Una de las opciones es la parte norte, no donde está la Meseta de Cacaxtla, pero sí está muy cerca de los puntos negativos que tiene esa zona”, reconoció el director general de CAXXOR.
A partir del anuncio del gobernador se comenzó a especular respecto a posiciones geográficas y hubo agentes de bienes raíces acercándose a la empresa para ofrecer sus terrenos en venta.
Pero por ahora ningún terreno ha sido comprado, señaló Ortiz, pues aún se desconoce la viabilidad de cada uno de los puntos analizados.
“Se han propuesto cuatro espacios diferentes, desde norte a sur en Sinaloa, desde muy cerca del puerto de Mazatlán, otros en la parte norte y otros en la parte sur de Mazatlán“, señaló.
“Yo te diría ahorita que por viabilidad se han estado haciendo diferentes estudios y podría decirte que hay viabilidad hacia el sur, sin embargo, uno de los puntos que se podría tomar es este (Cacaxtla), que tiene entre comillas ese problema que esté en un área protegida, pero no está en un área protegida”.
Para Ortiz, el análisis no pasará para antes del 2022 y así iniciar a obtener los permisos necesarios con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Incluso eso ya tiene un avance significativo, ya hay reuniones entre el empresarios y funcionarios estatales y federales, donde se ha presentado modelos sobre cómo funcionará el corredor.
PUERTO INNOVADOR
La propuesta de CAXXOR es construir una vía ferroviaria y un puerto, pero no gigante, como sacado de una película de Hollywood, donde se observa barcos enormes varados y grúas del doble de tamaño moviendo contenedores.
No, Ortiz describe algo distinto:
“Se imagina uno un puerto gigantesco, un puerto enorme pero este es un puerto diferente, porque apostamos ya a puertos de siguiente generación”, señaló.
“Los buques que vienen van a ser tan grandes, son ya gigantescos pero en los próximos años van a haber barcos aún más grandes, estos se van a ver chiquitos y realmente los puertos de de siguiente generación se ven como puertos offshore, porque son barcos tan grandes que ni siquiera vana poder llegar a tierra“.
Grupo CAXXOR no prevé dragado, bajo la promesa de no destruir el medio ambiente. Ortiz explicó que con ese tipo de puertos los barcos se quedan offshore y solo conectan con un puerto ferroviario, por un sistema de transportación de contenedores hacia afuera.
“En tierra te va quedando contenedores, pero no la destrucción que tiene un puerto, es como se miraría este proyecto, no vas a tener los dragados, los diques de abrigo, cosa que te reduce mucho la inversión”.
“Lo que se le apuesta no es que sea una infraestructura tan grande sino una infraestructura eficiente, se puede pensar un puerto enorme pero no, realmente va a ser un puerto bastante pequeño pero muy eficiente, va a ser un puerto donde vas a poder descargar en un día”.
2030
La propuesta del corredor no fue solicitada por ningún gobierno, pero Grupo CAXXOR se adelantó, con la intención de ser los principales postores cuando se abra la convocatoria en un proceso que podrá ser en asociación público-privada, a partir de las concesiones necesarias para el manejo de vías ferroviarias.
“Todo se ha hecho con inversión privada y seguramente se terminará con inversión privada“, indicó.
El corredor se divide en dos partes, el ferrocarril y el puerto, y cada uno lleva un curso de negociación distinto. El más adelantado es el de los permisos y las concesiones del ferrocarril de carga, siendo la de mayor éxito la correspondiente a Sinaloa-Durango.
Durante el proceso está también la construcción de parques industriales, los cuales conllevan una inversión similar a los 200 millones de dólares y servirán como preparación para seguir detonando conversación pública y especulación para la instalación de más empresas que naturalmente rodean a estos proyectos, como bodegas, plazas comerciales, desarrollos habitacionales y de transporte de personas.
Todo ello podrá surgir hasta que se termine de construir las vías del ferrocarril y el puerto en un tiempo récord para la geografía sinaloense. El trabajo de ingeniería deberá cruzar la Sierra Madre Occidental y el último precedente similar fue la carretera Mazatlán-Durango, la cual tardó tres administraciones federales para concluirse.
Ortiz asegura que el corredor romperá con ese esquema, pues ya se cuenta con 100 millones de dólares de inversión antes de iniciar con la construcción para el pago de los derechos de vía, concesiones, permisos y estudios necesarios, incluyendo modelos y simulacros para lograr los trazos.
“Ahorita el trazo (estudiado) es de 290 kilómetros de vía, la autopista creo que son 200 kilómetros y en tren de carga son 290 kilómetros que es muy eficiente, tanto en distancia como en pendiente“, aseguró.
Si se cumple con todos los procesos legales, la vía podrá comenzar a construirse a partir de 2023, pero tardará hasta cuatro años en terminarse, y ya concluido se seguirá con el puerto, el cual por el tipo de infraestructura se creará en un periodo de dos años. Es decir, podría funcionar de manera total antes de 2030.
“Yo creo que sería antes, estamos hablando que son trámites y demás, estamos hablando de 2 años más los otros cuatro años de construcción, entonces serían 6 años que puede estar terminado, que es el 2026 o 2027”, aseguró.
La apuesta de Grupo CAXXOR depende de la agilización de estudios y trámites, aunque cada uno de los estados donde pasará el corredor, desde Sinaloa a Coahuila, ya han dado el aval para aprobar cada petición de la empresa.
Fuente:
Marcos Vizcarra-https://revistaespejo.com/2022/01/03/entrevista-a-grupo-caxxor-sinaloa-podria-ser-el-sueno-logistico-del-norte-de-mexico/