Puebla, Pue. En noviembre, la planta harinera de maíz azul, ubicada en el municipio de San Salvador El Seco, exportará las primeras cuatro toneladas de materia prima a Nueva York y Los Ángeles, para la elaboración de tostadas, tortillas y totopos.
A dos años de que se puso en marcha esta unidad, Efraín García Bello, representante de 5,500 campesinos que participan en el proyecto, comentó que con ese envío esperan incursionar en “el mercado de la nostalgia”, el cual es uno de los más importantes en la Unión Americana.
Detalló que la materia prima llegará a cinco empresarios migrantes, quienes tienen sus tortillerías y fabricas para hacer alimentos mexicanos, los cuales se distribuyen en tiendas de la comunidad latina.
Actualmente, la harinera trabaja a 80% de los 50,000 kilogramos diarios que tiene como capacidad, y esperan llegar a 100% de la producción para el próximo año, dependiendo de que se cierre un contrato permanente para la distribución a las dos ciudades estadounidenses.
Comentó que el primer embarque será el único que hagan en este cierre del 2015, ya que forma parte de la prueba piloto que acordaron con los connacionales; en caso de funcionar, el compromiso será mandar cinco toneladas al mes, en un inicio.
“Nos interesa el mercado de la nostalgia, porque los paisanos aún cuando no están en sus lugares de origen buscan comer tortillas, tostadas y totopos, que con harina de color tienen otro sabor”, apuntó.
Mercado de la nostalgia, uno de los objetivos
Efraín García Bello comentó que, en promedio, cada familia migrante consume 2 kilos de tortilla diarios en Nueva York, donde hay más de 1 millón 500,000 poblanos, lo que representa un área de oportunidad para enviar materia prima.
Mencionó que la cosecha del maíz azul se obtiene de 6,000 hectáreas distribuidas en las sierras Norte y Mixteca y todo el altiplano del estado.
La ganancia por esta actividad, refirió, representó alrededor de 20 millones de pesos en el primer año de operación, la cual se incrementará 15% para este 2015, derivado de una mayor demanda por parte de las procesadoras en la zona centro-sur.
Puntualizó que, por el momento, no hay planes de ampliar la planta que costó 40 millones de pesos y que se hizo para apoyar a las comunidades indígenas del estado que tienen este cultivo como su principal fuente de ingreso y para el autoconsumo.
Podría crecer a otras entidades
El productor expuso que si en algún momento se requiere más producción de maíz de color, invitarán a campesinos de otras entidades, entre ellas Tlaxcala, Oaxaca y el Estado de México, a quienes se les compraría mediante el esquema de agricultura por contrato para que siembren producto de calidad y con las características que demandan en EU.
