Los argumentos que se esbozan para afirmar lo anterior son los relacionados a una posible devaluación de la moneda que permita corregir ciertos males de la economía y alentar exportaciones sobre importaciones o poder negociar de mejor manera una deuda interna y externa; en la actualidad es imposible que una nación pueda devaluar el euro a diferencia de lo que ocurría antes con las pesetas, liras o francos.
Aunque la anterior afirmación se encuentra como una sentencia común en los libros de economía, existe también una alternativa que pasa por el comercio internacional, pero que requiere estar fuera de un bloque económico para poder elegir a los socios comerciales y no estar dentro del mismo sistema contable, ya que el Instituto Levy a través de Randall Wray demuestra que todas las naciones del mundo con economías abiertas al exterior se rigen por un sencillo sistema de cuentas nacionales donde el gasto del gobierno mas el gasto del sector privado (familias incluidas) mas el sector externo deben dar una suma de cero, es decir:
Sector público+ Sector privado+ Sector externo= 0
Si nos atenemos a la anterior fórmula, en la actualidad el sector público español trabaja con un déficit que ronda el 10%, por lo que el signo de esa sección será negativo; el sector privado cada año contrae su actividad dentro de la economía por lo que podemos esperar que en esa sección tengamos un cero o un signo negativo.
Para que se cumpla la igualdad de cero, necesitamos que el número del sector externo sea positivo para equilibrar la ecuación; sabemos que dentro de la Unión Europea un país con mayores exportaciones que importaciones es Alemania, por lo que no importa que su déficit sea elevado y su sector privado no crezca, ya que se puede sostener con el sector externo, ya que la suma de los tres sectores se mantiene en equilibrio, es decir, igualada a cero.
Si nos sumergimos al caso español y sus cifras macroeconómicas sabremos que su sector externo no es suficiente para igualar la ecuación a cero. España puede vivir con déficit siempre y cuando sea capaz de incentivar su consumo interno y exportaciones; de momento el mercado interno es regido por decisiones de la Unión Europea al igual que su comercio, ya que las reglas las fija un tercero y el déficit aunque se tiene previsto se reduzca, no ocurrirá en el corto plazo.
En caso de que España se encuentre fuera del bloque económico al cual pertenece, tendría la libertad para elegir medidas monetarias y fiscales capaces de incentivar sus ventas al extranjero; de momento lo que dicta el Banco Central europeo lo mantiene atado de manos para intentar cualquier cosa diferente al guión, por lo que la única medida que puede adoptar es el castigo salarial, lo cual terminará por deprimir aún más el sector privado debido al bajo consumo interno, obligando a que las ventas al exterior sean inmensas para equilibrar la ecuación ya mencionada.
Si España se vuelve exportadora dentro de la Unión Europea, es necesario que alguien deje de serlo y ese alguien debe ser Alemania debido a la capacidad de compra que tiene y así poder adquirir mercancías españolas. Sin lugar a dudas los germanos no dejarán su puesto de exportadores para que España lo tome, por lo que aquí tenemos un motivo extra para que los ibéricos dejen la zona euro.
Una España fuera de la Unión Europea como ya se mencionó tendría la oportunidad de regirse por sus propias leyes y ser capaz de mejorar su mercado externo y en base a eso corregir sus problemas económicos a través de un equilibrio entre los tres sectores ya mencionados. Todo lo anterior gracias al sector externo.
