La Unión Europea y Estados Unidos iniciaron hoy la decimocuarta ronda de negociaciones para un acuerdo de libre comercio e inversiones (TTIP), con la intención de intercambiar un “importante número” de propuestas antes del verano y avanzar lo máximo antes de que se acabe el mandato de Barack Obama en enero.
Esta es la tercera ronda en seis meses y sigue a un “periodo muy intenso” de conversaciones al más alto nivel, después de la reunión que mantuvieron la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, y el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Michael Froman, a finales de junio y otra previa en mayo en Estocolmo.
Tras el voto en el referéndum británico a favor del brexit, el 23 de junio, ambas partes reafirmaron su compromiso con las negociaciones y aseguraron que el TTIP “sobrevivirá” la salida del Reino Unido de la UE. El Reino Unido es uno de los países que más respalda ese tratado.
El viernes pasado, en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Varsovia, los presidentes de la Comisión Europea (CE) y del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, abordaron además las negociaciones con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Juncker aseguró que quieren “concluir el acuerdo antes del final de este año”, y Obama garantizó que, a pesar de los “cambios” en la UE “seguirán buscando el TTIP para ayudar a sustentar el empleo y el crecimiento” general y “reforzar una relación transatlántica mayor”.
Hoy desde China, donde participa esta semana en la cumbre China-UE, Malmström recalcó que las negociaciones están “avanzadas”.
La idea de Bruselas y Washington es consolidar antes del verano los textos que cubrirán todas las áreas del TTIP, de manera que “veremos gradualmente emerger el cuerpo pleno del acuerdo entrando en el otoño para tener el documento completo hasta el final de la Administración Obama”, han señalado fuentes comunitarias.
Para ello a lo largo de esta ronda de negociación, en la que participan entre 80 y 100 negociadores de cada lado, se “intercambiarán un número importante de textos”, según las fuentes.
La Unión Europea entregará a Estados Unidos la próxima semana propuestas en una serie de áreas de negociación, tales como la cooperación reguladora, el comercio digital y la energía y materias primas.
Asimismo, ha preparado textos en seis sectores: el automovilístico, los cosméticos, los equipos médicos, el textil, los químicos y la ingeniería.
La Unión Europea además tiene preparado un texto sobre el comercio digital que une todos los aspectos en este campo y un borrador de un capítulo para la creación institucional del TTIP, que trata de definir cómo funcionará el comité conjunto, cómo interactuarán los reguladores y los grupos de trabajo, cómo pueden proporcionar sus ideas otros actores y cómo funcionará el comité asesor.
También se abordarán la propuesta de la UE para crear un tribunal especial para resolver disputas entre inversores y estados y el tratamiento arancelario para productos industriales y agrícolas.
El verano será clave
La UE espera de EEUU “un número similar de textos” y prevé entregas en el área institucional, el comercio y la defensa. Tras esta ronda se celebrarán “numerosas reuniones a nivel político”, a lo largo del verano entre Malmström y Froman, y, el 23 de septiembre, los ministros comunitarios de Comercio analizarán el estado de las negociaciones en su reunión informal de Bratislava.
Después habrá otra ronda de negociación en octubre, momento a partir del cual “intentaremos avanzar lo que podamos en los últimos meses y las últimas semanas de la Administración Obama”, indicaron las fuentes comunitarias.
No obstante, para conseguir hasta finales de año un acuerdo político, la UE y EEUU deben superar aún numerosas divergencias en el plano negociador y superar el rechazo entre la opinión pública de otros socios comunitarios.
Aún hay diferencias
“Por supuesto hay todavía importantes diferencias en una serie de áreas”, admiten las fuentes. Las diferencias siguen marcadamente presentes en el acceso a los mercados, sobre todo en los servicios y la licitación pública, donde Estados Unidos aplica aún restricciones.
Por el lado de Estados Unidos, una de sus prioridades es el acceso al mercado agrícola, donde la Unión Europea tiene protecciones con aranceles e importantes intereses como las indicaciones geográficas protegidas.
Queda aún un largo camino por recorrer, pero si el TTIP es al final tan ambicioso como la Unión Europea desea, lo más seguro es que el acuerdo sea un tratado “mixto”, es decir que para que entre en vigor plenamente tendrán que ratificarlo los parlamentos nacionales de los países miembros, además del Consejo y de la Eurocámara.