Estamos en meses cruciales en los que muchas empresas que ya determinaron mudar sus operaciones de países como China para compactar sus cadenas de suministro decidirán a dónde se relocalizarán, por lo que en este momento Norteamérica no puede darse el lujo de entrar a un panel de solución de controversias bajo el T-MEC, afirma Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, quien tiene claro que ello generaría incertidumbre y daría ventaja a otros países que pelean las inversiones,.
Por ello, dijo a El Economista, los incentivos de los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, están alineados para resolver las inquietudes que hay sobre la política energética mexicana y evitar la confrontación en un panel, que distraería a la región por valiosos meses mientras las industrias se replantean la globalización.
“Yo creo que dada la situación geopolítica global. Se están reacomodando ciertas cosas y la economía tomó otro rumbo. Digamos que todos los empresarios y toda la industria están replanteando la globalización. Y se está fortaleciendo la necesidad y la idea de que se necesitan mercados regionales fuertes. En ese sentido, para ser regionalmente fuerte, América del Norte es un lugar espectacular porque tenemos el T-MEC, capital humano y una gran base de consumidores”, afirma.
En los hechos, la razón le asiste a la secretaria, a juzgar por el hecho de que legalmente, desde octubre del año pasado Estados Unidos y Canadá han podido jalar el gatillo y activar el panel en cualquier momento (considerando que las consultas se iniciaron en julio), pero han preferido no hacerlo para darle tiempo a México de presentar una propuesta para solucionar las inquietudes, que tienen en común la queja de que el gobierno mexicano discrimina a las inversiones estadounidenses y canadienses en su ánimo por favorecer a sus empresas estatales energéticas, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La secretaria es optimista y está convencida de que en ese contexto ninguno de los tres países quiere propiciar un ambiente de incertidumbre jurídica como el que crearía el levantamiento de un panel de solución de controversias. “Entonces estamos en el ánimo, creo, los tres países en este momento de ser conciliadores. Por eso creo que nadie tiene ningún interés, de los tres países, de entrada, a irse a un panel”, refiere.
Cuestionada sobre el impacto que tendría para México –y para América del Norte– abrir el frente de un panel en este momento, la secretaria Buenrostro también es enfática: estamos en un año crucial en el que se definirán inversiones y las empresas que quieren moverse de China ya llevan alrededor de un año estudiando a dónde relocalizarse.
“Entonces ellos ya tienen un año haciendo estudios y quieren salirse de ese polo (China). Y hay empresas que siempre se han movido en Asia. Tienen pocas inversiones en este continente. Entonces, las grandes empresas que solo se han movido a Asia ven como opciones a Malasia, a Vietnam y a la India, como países a donde moverse de forma más inmediata y en un ambiente, digamos, geopolíticamente más familiar, pero nosotros tenemos todo el 2023 para convencerlos de que México es una buena opción para relocalizarse”, dijo.
Fuente:
Luis Miguel González y Octavio Amador-https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Evitar-panel-clave-para-nearshoring-20230129-0068.html
