l Tratado de Libre Comercio (TLC) Único de Centroamérica y México abre las puertas para incrementar los negocios entre El Salvador y el país del norte, aunque está atado al comportamiento de las economías, opinaron hoy fuentes diplomáticas.
El encargado de Asuntos Económicos de la embajada mexicana en San Salvador, Bernardo Méndez Lugo, señaló en entrevista con Notimex que el nuevo acuerdo comercial posibilita a su país ingresar con nuevos productos al mercado salvadoreño y lo mismo que la contraparte.
Méndez dijo que con el nuevo instrumento comercial se facilitarán las reglas de origen para que algunos productos sean considerados originarios de la región.
“En algunos rubros hay acuerdos como el caso de la industria textil, donde hay una consideración a los pactos que tiene este país con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos”, que permitirá juntar materias primas estadunidenses y ser consideradas salvadoreñas, explicó el diplomático.
El TLC único de Centroamérica-México fue suscrito en noviembre de 2011 y ratificado por el senado de México en diciembre de ese mismo año. El congreso de Nicaragua fue el primero en ratificarlo, con lo que el pacto quedó vigente para todos los países involucrados en este proyecto comercial.
El Salvador, Guatemala y Honduras tenían vigente el TLC del Triángulo del Norte y Costa Rica, Nicaragua y Costa Rica tenían acuerdos bilaterales con México, sin embargo con el tratado único quedaron estandarizados y homologados todas las características y lineamientos del mismo.
Méndez abogó porque se divulguen los beneficios del nuevo tratado único, ya que en muchos casos los empresarios no tienen conocimiento de los productos que están libres de aranceles o impuestos.
Para Méndez, las empresas salvadoreñas deberían explotar más productos para exportarlos como bloque al mercado mexicano, lo mismo que la industria de la confección, la farmacéutica, la cual calificó como “muy moderna” con una infraestructura bien instalada.
Destacó la cuota azucarera del 8.0 por ciento que otorga el tratado único a El Salvador para que pueda exportar a México libre de impuestos, ya que esa nación es altamente consumidora y a la vez deficitaria.
Consideró que El Salvador aprovechará la cuota que se le asigna con un trato preferencial y que según el Ministerio de Economía y la Asociación Azucarera local, significa vender 40 mil toneladas del endulzante al mercado mexicano.
Por el lado de México, el representante de la embajada manifestó, que el tratado abre las puertas para que su país pueda explotar productos de la industria de autopartes y maquinaria hacia el mercado salvadoreño y con gran potencial en Centroamérica.
Según Méndez, El Salvador cuenta con una posición geográfica importante, ya que es sede de empresas mexicanas que operan en toda la América Central e incluso en República Dominicana como Demasal, Jumex.
La empresa BIMBO también tiene una distribuidora en tierra salvadoreña y es la encargada de surtir desde aquí a Centroamérica.
Las exportaciones salvadoreñas hacia México fueron de 86 millones de dólares, aunque con respecto a 2007 estas se han duplicado, ya que en ese año se exportaron un poco más de 47 millones de dólares, según el Banco Central de Reserva (PCR).
Cifras del BCR, señalan que el tope máximo de las exportaciones mexicanas hacia El Salvador alcanzaron los 895 millones de dólares en 2001.
Pero con la crisis global de 2009, que significó menos importaciones bajó a 546 millones de dólares y se recuperaron en 752 millones de dólares en 2010, mientras que en 2011 aumentaron ligeramente a 768 millones de dólares.
Méndez expresó que México no ha podido recuperar las ventas históricas de 2008, debido a que la economía salvadoreña apenas creció menos de 2.0 por ciento y el pronóstico es el mismo para este año.
Sobre las inversiones mexicanas en El Salvador, según la banca estatal, ascendían a 830 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2001, pero la cantidad sería de mil 200 millones de dólares pues el informe no refleja cifras reales de otras empresas y pequeños negocios de mexicanos.
La mayor inversión mexicana la representa el Grupo Carso, del caudaloso empresario, Carlos Slim, a través de América Móvil, tiendas Sanborns y Claró, entre otras.
