En entrevista con Notimex, el director general de Baja Seas, Luis Carlos Astiazarán Orcí, comentó que “la población demanda cada vez más producto sano y rico en proteína y la acuicultura es el camino, y de no seguirlo nos quedaremos sin marisco muy pronto”.
El colapso de las pescaderías es grave, “ya nos las hemos acabado. La acuicultura es un esfuerzo con capital 100 por ciento mexicano en Baja California y la única alternativa viable para contar con productos del mar”, indicó.
Prácticamente las condiciones en que se cultivan los mariscos son sustentables, dijo, “sustituimos importaciones y generamos empleo, una inversión directa de más de 120 millones de pesos en instalaciones como el laboratorio que mide dos mil 500 metros cuadrados y 16 jaulas de engorda”.
La capacidad de producción es de un millón de semillas al año en 34 estanques que ahorran 70 por ciento de energía. La capacidad de engorda es de dos mil toneladas anuales a través del uso de tecnología proveniente de ocho países.
La actividad deja una derrama económica de 104 millones de pesos, señala Astiazarán Orci en su charla con Notimex.
Referente a la tecnología, en el caso de los estanques cuentan con sistema recirculado que filtra el agua. Además tiene cámaras, controles automáticos y una serie de instrumentos que permiten una alta sustentabilidad.
La pesca ha bajado “y si no la sustituimos nos la vamos a acabar, ese fue uno de nuestros argumentos cuando decidimos entrar en este proyecto, pero luego fue decidir por dónde iniciar ya que hay muchas especies y actividades”.
Optaron por los peces marinos porque son especies que tienen la mejor conversión alimenticia, “eso es que por cada kilo de alimento que consumen crecen un tanto, por ejemplo el puerco le das como seis kilos para obtener uno”.
El pollo ingiere cuatro kilos de alimento para dar uno de carne. “En el caso de los peces marinos estamos entre uno o dos kilos. Tú le das uno o dos kilos y crecen esos kilos, es muy eficiente la conversión de estos organismos”.
Eligieron el pez “Jurel” porque tiene demanda, “existe tecnología probada en otros países de reproducción y es endémico en las costas de nuestro país, no estamos inventando ninguna especie, la tenemos de forma natural”.
Indicó que la FAO advierte que dentro de 50 años se acabará la pescadería “si seguimos depredando los océanos. Obviamente se han hecho muchas cosas para prevenirlo pero seguimos depredando los océanos”.
Manifestó el director de la granja que por eso la acuicultura de peces marinos representa opción importante y en México es una industria prioritaria y estratégica que tenemos que adoptar como país.
En el caso de México, mencionó, el consumo per cápita es en promedio 12 kilos, “estamos abajo de la media y si la población pide comer más sano, lo que se obtiene actualmente no cubre la demanda”.
Con esto en mente “nos pusimos el objetivo de desarrollar una empresa de clase mundial que se base en la innovación para incursionar en maricultura”, puntualizó el directivo de la granja de peces Baja Seas.
Actualmente existen cuatro empresas en México “nosotros creamos dos para completar los procesos de producción, ya que todo ciclo requiere de semilla, la cría y un tiempo de engorda de la cría”.
Indicó, que básicamente fue traer y desarrollar tecnología en México de países como Noruega, Chile, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Luego producir en un tiempo corto y diversificar y aplicar la tecnología en otras especies. Iniciamos con el Jurel, un pescado de alto valor y parte del Sushi Grell. Pero si la pretensión es masificarlo, “tenemos que producir especies más baratas”.
