El movimiento de carga aumentó un 2.9% en febrero, respecto al mismo periodo del 2021, a pesar de un entorno operativo desafiante. Sin embargo, adelantó que no se tendrá el mismo escenario en marzo debido a las consecuencias económicas de la guerra entre Rusia y Ucrania y otros sucesos.
“La demanda de carga aérea continuó expandiéndose a pesar de los crecientes desafíos en el entorno comercial. No es probable que ese sea el caso en marzo, ya que se afianzan las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania”, consideró Willie Walsh, director general del organismo.
Explicó que los cambios relacionados con las sanciones en la actividad manufacturera y económica, el aumento de los precios del petróleo y la incertidumbre geopolítica afectarán el desempeño de la carga aérea.
Dijo que el impacto de la invasión rusa a Ucrania tuvo un efecto limitado a nivel mundial en el desempeño de febrero, ya que ocurrió muy cerca del final del mes, por lo que los impactos negativos de la guerra y las sanciones relacionadas (particularmente mayores costos de energía y reducción del comercio) serán más visibles a partir de marzo.
Sobre el resultado de febrero, abundó que si bien los volúmenes de carga continuaron aumentando, la tasa de crecimiento se desaceleró desde la expansión interanual del 8.7% de diciembre.
El crecimiento de diciembre, explicó, se debió a varios factores que beneficiaron a la carga aérea, la actividad manufacturera aumentó rápidamente después de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, por lo que la capacidad se vio influida positivamente por la relajación general y progresiva de las restricciones de viaje relacionadas con el COVID-19, la reducción de las cancelaciones de vuelos debido a factores relacionados con Omicron (fuera de Asia) y menos interrupciones operativas por el clima invernal.
La demanda global, medida en toneladas-kilómetro de carga (CTK) aumentó un 2.9% en comparación con febrero de 2021 (2.5 % para operaciones internacionales), aunque ajustando la comparación por el impacto del Año Nuevo Lunar al promediar el desempeño de enero y febrero, la demanda aumentó un 2.7% medida a tasa interanual.
Asimismo, la capacidad se incrementó un 12.5% (8.9% para operaciones internacionales).
“Si bien esto está en territorio positivo, en comparación con los niveles anteriores a COVID-19, la capacidad sigue siendo limitada, un 5.6 % por debajo de los niveles de febrero de 2019”, expuso.
De acuerdo con la IATA, durante febrero las aerolíneas latinoamericanas fueron las que reportaron un mayor aumento entre todas las regiones, ya que los volúmenes de carga crecieron un 21.2% en comparación con el mismo período de 2021: “Algunas de las aerolíneas más grandes de la región se están beneficiando del fin de los procedimientos de quiebra. La capacidad en febrero aumentó un 18.9% en comparación con el mismo mes de 2021”, señala el informe.
Las aerolíneas de Oriente Medio experimentaron una disminución interanual del 5.3%, debido a un deterioro en el tráfico en varias rutas clave, como Medio Oriente-Asia y Medio Oriente-América del Norte.
“De cara al futuro, hay signos de mejora, ya que los datos indican que es probable que la región se beneficie de la redirección del tráfico para evitar volar sobre Rusia. La capacidad aumentó un 7.2% a nivel interanual”.
El organismo precisó que para los siguientes meses deben tenerse en cuenta varios factores, como la inflación en países del G7 que llegó a 6.3% interanual en febrero de 2022, la más alta desde fines de 1982, así como el índice de gerencia de compras (PMI) que rastrea los nuevos pedidos de exportación globales, el cual cayó a 48.2 en marzo, en tanto la política de cero COVID en China continental y Hong Kong continúa creando interrupciones en la cadena de suministro como resultado de cancelaciones de vuelos, debido a la escasez de mano de obra y porque muchos fabricantes no pueden operar normalmente.
Fuente:
Redacción A21-https://a21.com.mx/aerolineas/2022/04/07/guerra-y-crudo-afectaran-carga-aerea-iata