La importación masiva de carne de cerdo proveniente de Estados Unidos provocó, en lo que va del año, que se perdieran 175,000 empleos en la cadena relacionada con el sector porcicultor, mientras los precios se redujeron 34%, asegura Rigoberto Espinoza Macías, presidente de la Confederación de Porcicultores Mexicanos.
En entrevista, afirma que los estados más afectados son Sonora, Yucatán, Guanajuato, Veracruz y Jalisco, los cuales aportan 68% de la producción nacional, aunque la última entidad representa en solitario 23 por ciento.
El empresario, entrevistado por El Economista, dice que en el 2011 se importaron de la Unión Americana 811,000 toneladas de carne de cerdo, mientras en México se produjeron 1 millón 650,000 toneladas, de las cuales 60,000 se van al mercado japonés –principal cliente de los porcicultores mexicanos.
Este escenario presenta una gran disparidad, ya que cada año se importan 1,100 millones de dólares en carne de cerdo estadounidense, mientras que ellos apenas consumen 17 millones en producto mexicano, es decir, por cada peso que EU nos compra, México le compra 64.
Espinoza Macías explica que, debido al bajo precio de los cortes estadounidenses, en diciembre el kilo de producto mexicano se vendía a 25 pesos en granja (sin comercializar a consumidor final); sin embargo, al día de hoy se vende en 16.50 pesos, lo que representa una caída de 8.50 pesos, equivalente a 34% menos.
Mientras que la actividad en los estados porcicultores creció 1.18% en los últimos 10 años, las importaciones lo hicieron en una tasa de 106 por ciento.
COMPETENCIA DESLEAL
Añade que las autoridades sanitarias de Estados Unidos no les han permitido comercializar en ese mercado, dado “que no creen que hayamos hecho las cosas bien sanitariamente y la autoridad no ha tenido el valor suficiente de defendernos”.
Asegura que la carne que llega de EU es de mala calidad, toda vez que estas importaciones son en su mayoría pierna de cerdo congelada, la cual no se consume en EU –a diferencia del lomo, tocino o la costilla.
Así, la mercancía llega en calidad de dumping (por debajo de su precio en el mercado de origen) para ser comprada principalmente por las cadenas de supermercados, aunque estos precios bajos no se traducen en menores costos para el consumidor.
“Los únicos grandes ganadores de la situación son los importadores de producto congelado”, expresa.
PEDIRÁN REVISIÓN ADUANAL
El entrevistado acota que la Secretaría de Economía muestra “complacencia” hacia esta situación, por lo que el sector impulsará que desde la Sagarpa se inicie una revisión aduanal y sanitaria, y las compras se regulen.
“No necesitamos apoyos (financieros), necesitamos que se regulen las normas; los porcicultores mexicanos somos tan eficientes, o más, que los estadounidenses, queremos que el terreno sea igual de parejo”, comenta.
Añade que si no se hace algo contra las importaciones masivas de carne de cerdo, para el 2020 la producción porcícola en el país podría desaparecer.
