En ese sentido, el consejero delegado de IATA, Tony Tyler, señaló que “las tarifas más bajas estimulan la demanda, el gasto de los consumidores impulsa la economía y las aerolíneas empiezan a obtener un beneficio mínimo aceptable, son buenas noticias para todos, pero a medida que avanza 2016, los riesgos económicos crecen”.
Sin embargo, abundó que este año será histórico para la aviación debido a que diversos países se reunirán en la edición 39 de la Asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional en la que se espera la discusión y la llegada a acuerdos de medidas que permitan a las aerolíneas lograr un crecimiento neutro en carbono a partir de 2020.
Además, se estima que el retorno sobre el capital exceda su coste en 2015 y 2016, “lo que significa que estamos en el buen camino hacia la sostenibilidad financiera”.
Lo anterior, aunado a que los consumidores se benefician de tarifas más bajas, en tanto que las aerolíneas pueden invertir en aviones nuevos, cómodos, silenciosos y respetuosos con el medio ambiente.
A su vez, detalló que en noviembre de 2015 se registró un alza de 5.9% interanual en el movimiento de pasajeros en el mundo, cifra que supera 5.6% de lo registrado en los últimos diez años y que refleja que el sector sigue creciendo de forma sólida.
En la comparación intermensual, la demanda quedó por debajo del 7.1% registrado en octubre debido al cese de Transaero, la segunda aerolínea más importante de Rusia, o a la huelga de trabajadores de Lufthansa, cuyo impacto se espera que no se prolongue demasiado.
Expuso que la fuerte demanda continuó a pesar de un cierto debilitamiento en el panorama económico, debido al abaratamiento de las tarifas.
Los datos que corresponden a los diez primeros meses de 2015 muestran una caída de 5.0% en las tarifas promedio (tras el ajuste de divisas), además, la capacidad de noviembre, es decir, asientos-kilómetro ofertados, (ASK, por sus siglas en inglés) subió 4.2%, mientras que el factor de ocupación escaló 1.3 puntos porcentuales hasta 78 por ciento.
Las aerolíneas latinoamericanas experimentaron un incremento del tráfico de pasajeros de 10.7% interanual, mientras que la capacidad aumentó 10.1%, al impulsar el factor de ocupación 0.3 puntos porcentuales hasta 78.9%.
“La demanda de pasajeros es sólida en Latinoamérica, pero la importante caída de los rendimientos, junto a la debilidad económica en Brasil y Argentina, está perjudicando el desempeño financiero”, expuso.
