La agricultura mexicana lucha contra la amenaza arancelaria de Trump

En los 23 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sólo en 1995, 2015 y 2016 la balanza comercial con Estados Unidos de todos los productos agropecuarios y agroindustriales ha sido favorable para México, de acuerdo con la información más reciente dada a conocer por el Departamento de Comercio del vecino país del norte.

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 Si el objetivo del Gobierno de Donald Trump con la renegociación del TLCAN es eliminar este desbalance, limitando el comercio entre ambas naciones, la renegociación puede ser un duro golpe para los productores del campo no sólo de México, sino también de Estados Unidos, coincidieron especialistas consultados.

“El Gobierno mexicano ha señalado que si la nueva administración estadounidense pone un arancel a los productos aztecas, México se vería obligado también a aplicar un arancel, como parte de una política recíproca. En este sentido, hay una preocupación de los agricultores estadounidenses que dicen “nuestros principales compradores están en México, si me cierras la frontera, también me dañas a mí”, por lo que de los dos lados habría afectados”, explicó Héctor Robles, investigador asociado del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp).

Los alcances de la revisión en el sector agropecuario dependerán de los objetivos de la negociación. Si el objetivo es simplemente incrementar las exportaciones o mejorar el balance comercial, es probable que habrían impactos negativos para los productores de la agricultura local y sustentable, tanto en EEUU como en México, advirtió Karen Hansen-Kuhn, miembro del Institute for Agriculture and Trade Policy de Estados Unidos.

Las exportaciones mexicanas de productos agropecuarios y agroindustriales a Estados Unidos sumaron 23.800 millones de dólares en 2016. La cifra fue un 8,5% superior a la registrada un año antes, para ubicarse en el nivel más elevado del que se tiene registro, según el Departamento de Comercio de EEUU.

Por su parte, las compras mexicanas de productos estadounidenses del campo y sus manufacturas sumaron 18.700 millones de dólares , apenas un 0,8% superior a la registrada en 2015, pero un 7% inferior a las reportadas en 2014.

El balance arroja un saldo agropecuario con Estados Unidos ligeramente superior a 4.714 millones de euros en 2016, favorable para México. Este superávit de la balanza comercial mexicana en el intercambio de bienes agropecuarios y agroindustriales con Estados Unidos es el tercero que se registra desde 1994.

La mayor parte del tiempo en que ha estado operando el TLCAN, el saldo de la balanza de productos del campo ha sido favorable a Estados Unidos, debido a la gran dependencia que tiene México de la importación de algunos bienes agropecuarios, como son algunos granos básicos.

Granos básicos

México es un gran comprador de granos básicos como el maíz y el sorgo, lo que está asociado fundamentalmente a la producción ganadera del país. El año pasado, las ventas de Estados Unidos de esos granos al país azteca ascendió a poco más de 3.9829 millones de dólares, cifra un 8,2% superior a la registrada un año antes y una quinta parte del valor total de productos agropecuarios que le compramos en 2016. Las ventas mexicanas de vegetales y frutas frescas a Estados Unidos sumaron 10.500 millones de dólares, monto que representa el 4% del valor de las exportaciones agropecuarias totales al vecino país del norte (incluidos los productos del mar). Entre este conjunto de productos, destaca la exportación de jitomates, con un valor de 1.448 millones de dólares ; los aguacates, con 1.696 millones de dólares; así como las fresas y frambuesas, ligeramente por arriba de los 1.000 millones. Sólo estos cuatro productos, concentran el 39,7% de las exportaciones de vegetales y frutas frescas a Estados Unidos.

En consecuencia, los productores más afectados por la renegociación del TLCAN están los dedicados al cultivo de hortalizas y frutas por el lado mexicano, y los productores de maíz, sorgo y oleaginosas por Estados Unidos, que son las mercancías donde se concentra la mayor parte del intercambio del sector entre ambas naciones.