Los flujos de enero a marzo de 2016 resultaron los de mayor cuantía desde abril a junio de 2014, periodo en el que sumaron 22 mil 915 millones de dólares.
Para el banco central, los flujos por concepto de inversión de cartera fueron resultado de la colocación neta en el exterior de valores emitidos por el sector público por 12 mil 462 millones de dólares y de salidas de recursos en el mercado de dinero de por 4 mil 336 millones.
También incidió en la captación de inversión de cartera la colocación neta en el exterior de valores emitidos por el sector privado por mil 797 millones de dólares, el flujo de inversión extranjera en el mercado accionario y de dinero del sector privado por 2 mil 82 millones y la baja neta de valores extranjeros por parte de residentes en México por 178 millones.
De enero a marzo de 2016, el déficit de la cuenta corriente retrocedió a 16.2 por ciento anual a 6 mil 991 millones de dólares, para ser la primera baja en un año.
La cuenta corriente había experimentado avances en su saldo negativo en los últimos cuatro trimestres previos a enero marzo de 2016.
El desequilibrio externo también se redujo respecto al tamaño de la economía: pasó de 2.8 por ciento del PIB en los primeros tres meses de 2015 a 2.7 por ciento en el primer trimestre del presente año.
No obstante, Banxico destacó que la economía mexicana captó suficientes recursos a través de la cuenta financiera que permitieron financiar el déficit de la cuenta corriente, en un contexto en el que en la primera mitad del trimestre se presentó un aumento sustancial de la volatilidad en los mercados financieros internacionales, lo cual, a su vez, presionó de manera notoria el valor de la moneda nacional.
En el primer trimestre del año, la cuenta financiera de la balanza de pagos mostró un superávit de 8 mil 594 millones de dólares.
El entorno internacional que enfrentó la economía mexicana en el primer trimestre de 2016 continuó siendo adverso.
En particular, según el banco central, las expectativas de crecimiento global siguieron revisándose a la baja y el comercio mundial mostró un estancamiento, en un contexto en el que la expansión de la mayoría de las economías avanzadas y algunas emergentes de gran tamaño ha sido menor a la anticipada.
