El stock al final de la campaña actual de producción en el hemisferio norte, serán los mayores de la historia, superados sólo por el volumen del año pasado, según los datos del Ministerio de Agricultura de Estados Unidos.
Pese a la boyante producción, los alcistas consideraban que varias de las amenazas que pesan sobre esta producción serían suficientes como para continuar con el rally alcista. Pero entonces llegaron los datos de China: sus importaciones han caído un 30% en términos interanuales, así que el comercio internacional de algodón caerá de nuevo al cierre de 2015, por cuarto año consecutivo.
En una de las paradojas clásicas en los mercados de futuros, los inversores que quieran comprarse un traje con lo que saquen especulando con la subida de esta fibra vegetal tendrán que rezarle a sus dioses para que envíe alguna plaga, alguna tormenta que destroce la producción en el sureste estadounidense. Porque “como ocurre con otras materias primas, en este momento no hay escasez de algodón”, según señala Fiona Boal, de Fulcrum Asset Management.
El recorte de la producción que se ha producido en China, en India y en Estados Unidos, apenas tendrá efecto sobre un stock que terminará el año sólo un 6,8% por debajo del de 2014, y que está en cualquier caso un 35% por encima de la media de los últimos diez años.