CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 20, 2016.- La cuarta revolución industrial, el tema de la reunión de Davos 2016, describe una era de innovación en la cual las tecnologías de vanguardia están constantemente irrumpiendo en la industria. De acuerdo con el texto publicado por el presidente Enrique Peña Nieto, esta tendencia no sólo continuará, sino que se intensificará, transformando cada paso de la producción, la distribución y el consumo.
El presidente afirma que es momento de preparar a la sociedad para enfrentar con éxito estos cambios, lo cual significa centrarse en educación, entorno empresarial y conectividad.
De acuerdo con el texto, titulado What the fourth industrial revolution means for Mexico, publicado en inglés en la página del WEF, la valiosa ventaja competitiva de México es su capital humano y la educación es crucial.
El presidente recuerda que recientemente se lanzaron las herramientas de inversion privada para dedicar esos recursos mejorar las escuelas. Asegura que esperan reunir y canalizar aproximadamente 3 mil millones de dólares en los próximo tres años. Además, informa que han entregado cerca de un millón de tabletas a estudiantes de quinto grado de educación elemental.
Actualmente, más de 110 mil estudiantes se gradúan cada año en áreas específicas como ingeniería, fabricación y construcción, más que en algunos de los países más desarrollados, como Francia, Alemania y el Reino Unido. Esto ocurre, dice, porque es un objetivo que las generaciones presentes y futuras tengan habilidades para prosperar en el nuevo ambiente laboral.
Para ello, estamos aumentando la inversión pública en ciencia y tecnología en las universidades y centros públicos de investigación de todo el país. En los últimos tres años, el número de investigadores en el Sistema Nacional de Investigadores ha incrementado en un 26%, mientras que casi hemos duplicado el gasto de México en la investigación, desarrollo e innovación.
En la cuarta revolución industrial, afirma, los vínculos entre el gobierno, la industria y la academia son más importantes que nunca. Para apoyar nuestra economía, hemos aumentado el número de oficinas de transferencia de tecnología para compartir conocimientos y apoyar el desarrollo de nuevos productos y empresas, en áreas como tecnologías de biotecnología, energía e información.
Crear el entorno adecuado
El presidente afirma que se han dado pasos importantes para avanzar hacia la estabilidad macroeconómica, con el fin de mejorar el entorno empresarial y de inversión.
El presidente recordó que el Banco de México ha establecido una política monetaria independiente que garantiza la estabilidad de precios y baja inflación. De hecho, recuerda, la tasa anual de inflación ha sido la más baja en la historia del país. Además, la deuda sigue siendo baja y diversificada.
Asimismo, para fomentar un ambiente de negocios, la reforma energética ha llevado a una mayor competitividad, al reducir el costo de las tarifas eléctricas, eliminando la subida mensual de los precios de la gasolina y la ampliación de gasoductos en todo el país. Por primera vez en décadas, se permite la inversión de capital privado en todas las actividades del sector. Se estima que esta estrategia atraerá a más de 12.6 millones de dólares de inversión cada año. De la misma manera, nuestra reforma de las telecomunicaciones permitió la inversión extranjera, la reducción de precios de los servicios de telefonía fija y móvil, y mejorar la calidad y cobertura.
Los empresarios, así como a las micro, pequeñas y medianas empresas, son el principal motor de la economía de México. Estamos utilizando herramientas digitales para que sea más rápido y fácil que los empresarios echen a andar sus negocios al mismo tiempo que se facilita su acceso al financiamiento de los bancos comerciales.
Conectividad mejorada para el siglo 21
La conectividad es la clave en una economía cada vez más digital. México es uno de los pocos países del mundo cuya Constitución reconoce formalmente el derecho de su pueblo a una conexión de Internet de banda ancha. El objetivo es conectar 70% de los hogares y el 85% de las micro, pequeñas y medianas empresas a Internet de alta velocidad. Para alcanzar este objetivo, hemos establecido 65 mil lugares públicos con conexión a internet de banda ancha, tales como escuelas, bibliotecas y plazas.
De la misma manera, se canalizan más de 460 mil millones de dólares para la infraestructura, para integrar con éxito productos y servicios mexicanos en la economía global del siglo 21. México se ha convertido en un centro neurálgico de fabricación. Es uno de los más vendidos a nivel mundial de televisores, vehículos, autopartes, computadoras y teléfonos celulares, entre otros productos. Con mejor infraestructura, se busca revigorizar la competitividad, mediante el establecimiento de las bases para la expansión del valor y la variedad de las industrias.
Con ese objetivo, se construyen y modernizan miles de kilómetros de caminos y carreteras, al mismo tiempo que se mejoran los sistemas de transporte y de tren. Además, afirma el presidente, se construirá un nuevo aeropuerto internacional de Ciudad de México y se duplicará la capacidad de los puertos marítimos, entre otros proyectos de infraestructura a gran escala, que buscan hacer de México una plataforma logística de clase mundial.
El presidente afirma que México se ha comprometido a seguir impulsando los intercambios comerciales. En los últimos tres años, escribe, hemos ampliado nuestra red de tratados de libre comercio (TLC); nos hemos unido a la Alianza del Pacífico y, más recientemente, la Asociación Trans-Pacífico. Con ellos, nuestro país sumará 13 acuerdos de libre comercio que dan acceso preferencial a 52 países, con 1.3 millones de consumidores potenciales.
Conclusión
En resumen, plantea el presidente, hemos tomado decisiones clave para romper las barreras para el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones y reducir la brecha digital en nuestra sociedad. Al igual que muchos países, nos enfrentamos a desafíos. Nuestra industria y las empresas exigen profesionales cada vez más especializados en una amplia gama de áreas de conocimiento. Además, el 9% de la población total del país vive en comunidades rurales remotas que requieren una mejor conectividad.
Ahora, en Davos, debemos mirar más allá y ofrecer a nuestros ciudadanos y las empresas con las herramientas necesarias para aprovechar las oportunidades que la Cuarta Revolución Industrial traerá. Debemos hacer posible que las próximas generaciones a alcanzar su máximo potencial en un mundo en constante cambio.