Los aranceles, que cubren más de 200 productos de acero, permanecerán vigentes durante al menos cinco años bajo los cambios introducidos por la Secretaría de Economía, con lo que se pone fin al patrón anterior de renovaciones semestrales.
Impuestos en 2015, los aranceles surgieron en respuesta a un superávit global de oferta de acero y al dumping, y cubren productos clave de acero importados de países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
Pese a que no responde a los llamados de la industria a que los aranceles tengan carácter de permanentes, la medida es un intento por establecer una política arancelaria a más largo plazo para el comercio del acero, señala el documento publicado en el sitio web del Diario Oficial.
“Con el objeto de establecer un entorno favorable que le permita a la industria siderúrgica ajustarse al contexto económico internacional, e incentivar el mercado interno, es necesario concluir la dinámica de establecimiento y renovaciones semestrales … y, en su lugar definir una política arancelaria a mediano y largo plazo”, consigna la información.
NUEVOS TÉRMINOS
En virtud de los nuevos términos, los aranceles para los 228 productos, salvo 30, se mantendrán en el nivel actual de 15% antes de caer a 10% en septiembre de 2021.
La tasa retrocederá a 5% a partir de septiembre de 2023 y expirará en agosto de 2024.
Los gravámenes sobre los 30 productos restantes disminuirán a tasas variables a lo largo de los años, y algunos permanecerán vigentes más allá de agosto de 2024.
La extensión recibió el beneplácito de Máximo Vedoya, presidente de la cámara industrial Canacero y presidente ejecutivo de Ternium, con sede en Luxemburgo, uno de los mayores productores de acero de México.
“Un gran trabajo profundo y detallado de la secretaria Graciela Marquéz y su equipo, para defender a la industria mexicana de la competencia desleal y fortalecer el desarrollo de México”, escribió el ejecutivo en su cuenta de Twitter.
UN ESCENARIO DESAFIANTE
La renovación de los aranceles es una rara aunque buena noticia para el sector, que se enfrenta a importantes vientos en contra a nivel nacional e internacional.
El codirector de administración y finanzas de Altos Hornos de México (Ahmsa), Jorge Ancira, resaltó la disminución de la demanda interna y la baja de los precios globales el 20 de septiembre, pero indicó que se han hecho progresos para volver a poner a la compañía en una posición estable después de una congelación bancaria temporal en mayo.
Las ventas netas de Ternium en México retrocedieron 17% a US$1.371mn el 2T19, en comparación con el mismo trimestre del año pasado, debido a la caída de 9% registrada tanto en los envíos como en los ingresos.
Los precios del acero en EE.UU., el principal mercado de exportación para las operaciones mexicanas de Ternium, también se contrajeron, informó la compañía en julio, ya que los productores estadounidenses aumentaron la producción en medio de una reducción de las importaciones, como resultado de aranceles o cuotas de 25% a los despachos desde casi todos los países (México fue eximido de los aranceles estadounidenses en junio).
Los problemas también se reflejan en los últimos datos oficiales. El consumo de acero de México bajó 10% en junio en comparación con mayo y 5,8% frente a junio de 2018, informó la asociación regional Alacero en su último comunicado.
El déficit comercial de México en acero laminado también creció. El país importó cerca de 3,5 millones de toneladas (Mt) más de laminados que los exportados el 1S19, en comparación con los 3,0Mt del 1S18.
*Fuente: https://www.bnamericas.com/