No es el caso, sin embargo, de China, que sólo entró en una franca desaceleración, y se cree que “hay probabilidad de 55% de que una recesión global suceda por su influencia, dadas sus relaciones de mercados, especialmente, de materias primas”.
Ante esa evolución, el comercio mundial entró en desaceleración, ya que por tercer año consecutivo la expansión del comercio mundial se ubicó debajo del débil crecimiento de la economía.
El país relevante de mayor debilitamiento por esa evolución es Brasil, cuya moneda se depreció significativamente, sus exportaciones cayeron 24% y las importaciones 33 %, de manera que Brasil, que es la mayor economía de América Latina, lleva ya tres años consecutivos de deterioro.
A su vez, la economía norteamericana sufre otro tipo de dificultades, a consecuencia de la importante revaluación de su moneda, por lo que sus exportaciones cayeron casi 6% en promedio en forma sostenida, por lo que dichos expertos consideran que no ha tocado fondo aún.
Por su parte, México ha tenido una reducción importante de su comercio exterior de exportaciones, de ahí que por primera vez en seis años se desempeña más débilmente que el resto de su economía, en lo que va de 2015 registrará un ritmo lento de exportaciones, y que para 2016 repuntarán.
De manera que el peso fue afectado por los eventos globales, después de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de postergar su elevación de tasas de interés, hace poco más de diez días, el tipo de cambio peso-dólar registró una depreciación acumulada de 3%, con una fluctuación de entre 16.45 y 17.30 pesos por dólar, terminando el año en 17.00 pesos.
Esa evolución, nacida de la incertidumbre internacional, disminuyó y la previsión del PIB, que pasó de 2.34 a 2.31. Y para el año entrante se espera un ligero reforzamiento del peso, subiendo a 3.40. En su estrategia de recuperación, México ha desplegado un papel activo en el convenio del TPP, para su política de desarrollo en los próximos años.
El gobierno de México ha buscado compensar las pérdidas en el tipo de cambio y en las exportaciones.
Entre los diversos frentes que ha utilizado para ello, están las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico. Dicho acuerdo comercial inició con Japón y otros diez países de esa región; también está el Estado mexicano promoviendo su participación en los resultados deseables para el país.
