El director ejecutivo de Mitsubishi, Sunichi Miyanaga, ha afirmado que su compañía necesita “preservar la industria de defensa en buen estado de salud para fortalecer la seguridad de Japón”, en una entrevista recogida por el diario ‘Financial Times’.
“Para mantener y aumentar nuestra tecnología, necesitamos buscar más oportunidades para la exportación de armas”, ha afirmado Miyanaga, que entre otras metas busca hacerse con un contrato para la construcción de un submarino para Australia valorado en 36.000 millones de dólares (32.800 millones de euros).
Las declaraciones de Miyanaga suponen un punto de inflexión en la habitual reticencia de las compañías japonesas a discutir abiertamente sobre la tecnología militar y el negocio de armas, cuestiones sensibles tanto para la sociedad japonesa como para los países vecinos.
Además supone un respaldo para el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que puso fin en 2014 a la prohibición autoimpuesta para exportar armamento y la semana pasada aprobó un presupuesto récord en defensa de 42.000 millones de dólares (38.000 millones de euros), lo que supone un incremento del 1,5% en términos interanuales.
Pese a que durante los últimos años las compañías japonesas han sofisticado su tecnología militar, los ingresos relacionados con la defensa todavía representan una pequeña parte de sus ingresos. La propia Mitsubishi obtiene una décima parte de los 33.000 millones de dólares (30.000 millones de euros) de sus ingresos mediante la venta de armas.
