Entre noviembre de 2013 y mayo de 2014, México inició siete nuevas medidas consideradas como de proteccionismo, una cantidad baja si se compara con las de otros miembros del G20, según la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En la última revisión semestral que hace esta organización sobre barreras al intercambio, el “Reporte sobre Medidas Comerciales del G20”, el País aparece como una de las grandes economías que interpuso alguna restricción al comercio.
Sin embargo, parece que comparado con Estados Unidos, que impuso 17 nuevas condiciones, o India, que creó 25, México se comporta con moderación.
Según el documento, México implementó un aviso automático de importación para productos de acero, otro para máquinas de juego tipo casino y colocó aranceles a la importación de maíz, limón y jitomates.
La mayor parte de las medidas que fueron emprendidas están relacionadas con el sector del hierro y el acero.
Entre las acciones emprendidas está el aumento de arancel para productos de metal, también se interpusieron cuotas para productos de acero y se iniciaron dos paneles de investigación diferentes contra productos chinos de esta clase.
“Los miembros del G20 pusieron en efecto 112 nuevas medidas restrictivas al comercio en el periodo entre mediados de noviembre de 2013 hasta mediados de mayo de 2014, que son un poco menos que las 116 establecidas en el periodo de seis meses anterior”, dice el reporte.
“Estas barreras creadas por las 20 economías más grandes del mundo afectan al 0.2 por ciento del total del comercio mundial o al 0.3 por ciento de la mercancía comerciada por este grupo”.
En sentido contrario, la OMC reconoce que el País ha avanzado en la liberalización para extranjeros en inversión y comercialización en materia de telecomunicaciones y energía.
En telecomunicaciones, la reciente reforma permite que una compañía extranjera pueda invertir hasta el 100 por ciento en una empresa, cuando antes estaba limitado a un porcentaje menor si no es que completamente restringido, según la institución.
En términos de energía, señala que aunque faltan las leyes secundarias que regularán la participación internacional, la modificación permitirá que ya no sólo el Estado tenga todo el control.
“Las modificaciones constitucionales apuntan a facilitar el suministro de servicios y la atracción de inversiones en el sector mexicano del petróleo y la electricidad. De acuerdo a México, esta enmienda garantiza estándares internacionales de eficiencia, transparencia y rendición de cuentas, y promueve la responsabilidad social y la protección ambiental del sector energético”, agrega el reporte.
