Una vez que entre en vigor el TTP, que acaba de terminar hace un mes la negociación y del cual se han hecho públicos los textos, podría complicar el acceso a los medicamentos en México, comentó en entrevista para Crónica de Hoy Jalisco Migue Ángel Sigala Gómez, profesor del Centro de Estudios de América del Norte y del Departamento de estudios del Pacífico de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Sigala Gómez insistió que este acuerdo busca proteger a los monopolios, particularmente a los que tienen patentes y a los que de la industria farmacéutica, “se debería de poner atención porque va en contra de los beneficios para el consumidor porque los monopolios generan que a la larga no haya pequeñas y medianas empresas con quien pueda competir y que nos fijen precios que no estén sujetos a la oferta y la demanda”.
El académico señaló que no es deseable que se siga protegiendo a los sectores que ya han sido demasiado beneficiados por la economía específicamente sobre los monopolios que se tienen en la industria farmacéutica ese sería uno de los puntos que hay que analizar.
“Se beneficia más a las industrias que ya están consolidadas en el libre comercio como la industria automotriz y la industria de producción de electrónicos además de la producción de artículos de fibra óptica que ya están bien posicionadas en el mercado internacional pues es competitiva y tiene acceso al mercado estadounidense, esa es nuestra ventaja competitiva en México”.
Además, estas industrias, ahora van a tener un mercado competidor más importante y ya no solamente van a poder ir a comerciar en Estados Unidos, sino que ya van a poder ir a Australia, Japón, Corea y China.
“La mayor apuesta es que México genere o consolide a nuevas industrias para que tenga niveles más equitativos o más equilibrados de desarrollo porque por ejemplo, la industria textilera que se enfrentará a la competencia con China, ahora va a tener que enfrentarse a los problemas de competencia con Japón, con Australia o con mismo Estados Unidos”.
Sin embargo, también dijo que la primera ventaja que tiene México y Jalisco es el pertenecer a este acuerdo y que la industria agroalimentaria se podría ver beneficiada con la apertura de mercados hacia Japón por ejemplo, pues es un país que ha demostrado un gran interés por los productos de este sector y sin embargo México no ha mencionado ni siquiera las cuotas que tiene permitido ingresar.