El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, comentó que las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que culminaron México y 11 economías se da en un proceso largo porque desde hace más de dos años se estaba negociando.
Indicó que además es trascendente porque se enmarca en un nuevo paradigma en el comercio internacional generando las condiciones de tipos de tratados para el siglo XXI en donde está conjuntándose 40 por ciento del PIB mundial, y donde se tienen países con niveles de desarrollo distintos y de múltiples idiomas.
Entrevistado en Fórmula Financiera, el funcionario federal sostuvo que con este tratado, México vuelve a ponerse a la vanguardia de los instrumentos internacionales más dinámicos en materia de integración.
Además, las condiciones de temor de muchos sectores al entrar al TLC de América del Norte se desvanecieron y citó como ejemplo el caso de las cerveceras que pedían que se les incluyeran por el temor a la competencia extranjera, “pero ahora resulta que éstas se han vuelto competitivas…. somos el primer exportador en esa materia”, precisó.
Resaltó que hubo temas delicados que se cuidaron en términos de desgravación y limitaciones; precisó, que se logró contener la ambición del libre comercio absoluto del mercado lácteo, se dieron cuotas con ciertos límites y no se llegó al libre comercio en lácteos con Nueva Zelanda.
Precisó que también se tienen los intereses ofensivos de la capacidad manufacturera en los que se incorporaron cinco economías en las cuales no se tenía tratados de libre comercio que son las del Pacífico Sur, Nueva Zelanda, Malasia y Vietnam y se profundizó la capacidad de expandir el mercado con Japón, Chile y Perú.
Indicó que se consolidaron las preferencias dentro del mercado con América del Norte, “eso fue importante porque no sólo era ver cómo se avanzaba en los intereses en la nueva integración sino cómo proteger lo que se había logrado en 20 años con la integración con América del Norte”.
