Ahora que los niveles de aversión al riesgo se han reducido considerablemente en el entorno internacional, el precio del oro ha perdido terreno rápidamente y se encuentra cerca del nivel de promedio móvil de 50 días en 1,331 dólares la onza.
De llegar a romper este nivel, las señales negativas se reafirmarían y quedaría abierta la posibilidad de extender el descenso no sólo a 1,300 dólares, sino hasta al apoyo en 1,260 dólares antes de otra oportunidad de rebote, indicaron analistas de Casa de Bolsa Intercam.
Por su parte, Goldman Sachs advirtió que en el corto plazo el metal podría caer hasta los 1,000 dólares por onza, niveles no vistos desde septiembre del 2009. En tanto que para el mediano plazo podría recuperarse a niveles de 1,200 dólares.
Aunque para el 2014 las cosas no mejorarían, ya que el precio podría caer incluso por debajo de los 1,000 dólares la onza. Mientras tanto, en lo que va del 2013 el metal precioso pierde 21.48 por ciento.
Alik García dijo que el precio del oro se encuentra bajando por dos acontecimientos en el corto plazo.
Por un lado, la menor aversión al riesgo, principalmente porque el conflicto armado en Siria “ya no está tan latente como hace una semana.
Recordemos que el oro funge como un refugio en contra de la aversión al riesgo y al disminuir dicha aversión el metal es afectado”.
El otro acontecimiento tiene que ver con la reunión de mañana de la Reserva Federal (Fed), donde se decidirá si se baja (y a cuánto) el estímulo económico QE3. “Está el riesgo de que la Fed efectivamente reduzca ese estímulo económico, si esto ocurre se fortalecerá el dólar. Entonces, el oro responde principalmente a las perspectivas inflacionarias y cuando los inversionistas creen que hay riesgos inflacionarios buscan la divisa como refugio ante la inflación. En este caso, si se reduce el QE3, bajan los riesgos de inflación y se reduce el atractivo para el oro”.
García indicó que la reducción de los estímulos financieros fortalece al dólar y si eso sucede “encarece el precio relativo del oro para aquellos que operan en economías no dolarizadas”.
Fue justamente el Quantitative Easing que la Fed ha implementado desde el 2008 con el fin de apuntalar a la economía estadounidense, lo que había impulsado a los participantes del mercado a adquirir oro en medio de expectativas de que la inyección de liquidez generara presiones inflacionarias.
En el 2011, el metal alcanzó su cotización más alta y a partir de entonces ha bajado de manera importante. Ese año alcanzó un precio de 1,900 dólares por onza. Este año opera sobre los 1,326 dólares la onza.
La posibilidad de que comience a normalizarse la política monetaria de la Fed ha presionado con fuerza a los precios del metal, aunado a que los temores de un ataque a Siria de Estados Unidos parecen desvanecerse le han restado atractivo al oro como activo de refugio.
En la semana, cayó 5.51%
El oro acumuló una pérdida semanal de 5.51% a 1,315.61 dólares la onza, la mayor caída de casi tres meses, ante menores temores por un ataque a Siria y a la espera de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
En tanto, el contrato para entrega en diciembre perdió 5.6% a 1,315.70 dólares la onza en la semana. En línea con esto, la plata se hundió 9.1% en la semana, a 21.85 dólares la onza, su peor nivel de un mes.
Los inversionistas aceleraron sus ventas ante la incertidumbre sobre si los datos económicos de Estados Unidos han sido lo suficientemente buenos para que la Fed comience con el recorte en la compra mensual por 85,000 millones de dólares mensuales.
Estados Unidos y Rusia comenzaron a dialogar el jueves, buscando coordinar un plan de Moscú para eliminar las armas químicas del presidente Bashar al-Assad.
Durante la sesión, el oro tocó mínimos desde el 8 de agosto, a 1,304.56. Al caer por debajo del piso técnico en promedios móviles de 100 y 50 días, los operadores dijeron que el nivel de 1,307 dólares debería funcionar ahora como piso, aunque una caída consistente por debajo de ese nivel desencadenaría más bajas, a mínimos de 1,273 dólares registrados en agosto.
Los futuros del oro para diciembre también alcanzaron su valor más bajo desde el 9 de agosto, en 1,304.60 dólares la onza, y se cotizaban en 1,317.14 dólares, con un retroceso de 13.20 dólares.
La Reserva Federal estadounidense podría anunciar un recorte en sus compras de bonos de 85,000 millones de dólares mensuales el 18 de septiembre, al finalizar un encuentro de dos días.
El oro ha perdido 19% este año, después que la Fed indicara que comenzaría a reducir casi cinco años de alivio cuantitativo que presionó al dólar y alentó a los inversionistas a comprar activos duros no sujetos a tasas de interés como el oro.
Los precios del oro subieron a más de 1,430 dólares la onza, a un máximo en tres meses y medio a fines de agosto, debido a compras de refugio seguro, mientras Estados Unidos y sus aliados parecían preparados para lanzar ataques militares contra Siria.
La plata al contado, que cayó a un mínimo en un mes de 21.35 dólares la onza, más temprano en la jornada, cotizaba con un alza de 0.6% a 21.83 dólares.
