Ferrocarril Mexicano y Kansas City Southern de México —las dos principales ferroviarias del país— prevén desarrollar 27 proyectos para terminales de almacenamiento y distribución de combustibles conectadas a la red ferroviaria, que requerirán en promedio una inversión de mil millones de pesos cada una.
El director comercial de Ferromex, Luis Olivera, dijo que tienen al menos 20 proyectos a desarrollar en los próximos años para la instalación de terminales a lo largo de la red de la ferroviaria, en tanto que mediante la infraestructura de KCSM tienen siete adicionales cercanos a sus vías que ya operan.
Dichas terminales estarán a cargo de las empresas ferroviarias, terceros o en asociación; por ejemplo, la que desarrolla Watco, WTC Industrial en sociedad con KCSM abrirá en el segundo trimestre del año y requerirá una inversión de 45 millones de dólares.
De esa red de siete proyectos de KCSM se prevé que la empresa Bulkmatic abra una terminal en Salinas Victoria en el segundo trimestre de 2017; este año también se programa la apertura de dos terminales en San Luis Potosí, una de Grupo Marsori y otra de la empresa 3G Terminal.
Para 2018 se anticipa la apertura de tres terminales más: Cooper T Smith en Altamira, Atarmex en Tampico, ambas en Tamaulipas, y HST en Tepexpan, Estado de México.
Pemex importa 68 por ciento de los combustibles que distribuye, comparado con 23 por ciento en 2010, desbalance que se explica por un incremento en el consumo, pero también por un declive en la producción en las refinerías.
Olivera explicó que ante el aumento en la importación se observa que las terminales de almacenamiento de Pemex se encuentran llenas y el ferrocarril se convierte en una opción lógica para el manejo de los combustibles.
Con la reforma energética se dio la posibilidad de que Pemex Logística abriera a terceros el uso de sus instalaciones, por lo que las compañías ferroviarias tienen las opciones de asociarse con una tercera empresa, por ejemplo Bulkmatic, para el manejo de combustibles, y ocupar las instalaciones de Pemex.
Inversión de Bulkmatic
La empresa estadunidense Bulkmatic dedicada a la logística, distribución de productos a granel que opera principalmente terminales, tiene el proyecto de construir dos terminales de hidrocarburos, una en Salinas Victoria, Nuevo Leó, y otra en Tula, Hidalgo, adelantó Francisco Soto, presidente de la filial mexicana.
Refirió que el promedio de inversión de una terminal ferroviaria típica para el manejo de hidrocarburos es de mil millones de pesos, considerando el terreno, desarrollo de infraestructura ferroviaria, construcción de espuelas, laderos, fuerza motriz, tanques de almacenamiento, bombeo, laboratorios, sistemas de seguridad y equipo de trasvase, es decir, para mover el combustible del ferrocarril a la terminal o viceversa.
La terminal Tula 3 contará con espuela de ferrocarril y capacidad de almacenamiento de 600 mil barriles, la de Salinas Victoria tendrá capacidad de 720 mil barriles, ambas tendrán opción de recibir trenes unitarios, con aproximadamente 120 carro tanques.
Soto comentó que hacen estas inversiones porque en México son pocas las terminales de transferencia, anticipando el desarrollo de un mercado abierto en el sector energético con miras a tener disponibilidad de producto.
Uso de helicópteros
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que la empresa productiva subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP) no cuenta con lineamientos específicos para el uso de helicópteros por el personal de la empresas.
En el ejercicio 2015, ese servicio fue usado indistintamente, sin valorar la conveniencia de realizar el traslado del personal por otra vía.
Tras la reunión de presentación de resultados finales y observaciones preliminares, PEP proporcionó un oficio del 1 de agosto de 2016 mediante el cual la subdirección de confiabilidad convocó a una reunión a sus subdirecciones, para elaborar la Guía operativa para definir con base en tiempos, distancias y prioridades el uso de transporte con helicópteros.
En ella se estableció un programa de trabajo de septiembre a diciembre de 2016, para su integración, revisión, autorización y publicación; sin embargo, la ASF, apuntó que al cierre de auditoría (octubre 2016) no evidenció el desarrollo de las actividades programadas.
