El barril de petróleo mexicano cerró este lunes en 50.26 dólares, con lo que acumula una depreciación de 50.9 por ciento en comparación con el precio más alto que alcanzó este año, de 102.41 dólares por barril (dpb) en junio pasado.
A pesar de la caída de los precios del crudo, el secretario de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell, descartó que ello afecte el atractivo de las primeras licitaciones de la reforma energética.
Coldwell resaltó que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto comenzó las ofertas con bloques en aguas poco profundas, y luego seguirá con campos maduros (ya en producción), ambos con menores riesgos para los inversionistas en un marco de volatilidad de los precios.
“Los riesgos geológicos son mínimos para las empresas y los costos de extracción son muy competitivos aun a los precios en que se encuentra actualmente la mezcla mexicana de petróleo”, dijo Coldwell al término de una reunión con sus pares de Estados Unidos y Canadá en Washington.
México anunció la semana pasada su primera licitación para compañías nacionales y extranjeras de 14 bloques en aguas poco profundas del Golfo de México, coincidiendo con una profunda caída de los precios mundiales de crudo.
Las cotizaciones del crudo WTI en Nueva York continuaron bajando el lunes a 55.91 dólares, su nivel más bajo desde mayo de 2009.
Pero Coldwell considera que esas variables inmediatas no serán determinantes en los millonarios proyectos en liza, que tienen una duración de 25 años con prórrogas hasta por otros 10 años.
“Creemos que las compañías presentarán ofertas pensando en decisiones de largo plazo”, afirmó.
El secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, dijo por su parte que la caída en los precios provocará “recortes” en las inversiones en la industria petrolera estadunidense.
La producción el próximo año “se frenará un poco”, pero registrará un crecimiento, especialmente en petróleo de esquisto, responsable de un boom energético en Estados Unidos, dijo Moniz.
