COPENHAGUE (El Universal y EFE).— El primer ministro de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, manifestó ayer la preocupación de su gobierno por la situación de agresiones a los derechos humanos en México.
En conferencia de prensa conjunta con el presidente Enrique Peña Nieto, el premier danés fue cuestionado sobre la decisión de firmar una serie de acuerdos con México pese a ser criticado por la situación en materia de derechos humanos.
Y respondió: “México es un aliado muy confiable en las Naciones Unidas cuando se trata de aprobar medidas que apunten a los derechos humanos. Durante muchos años México y Dinamarca han trabajado en defensa de los derechos de los pueblos indígenas”. No obstante, dijo que los ataques contra la libertad de expresión y la desaparición de personas “causan preocupación”.
Lokke Rasmussen indicó que esto “lo hemos debatido de forma abierta y constructiva” al igual que otros temas dentro del diálogo entre México y la Unión Europea.
Dinamarca, añadió, está dispuesta a cooperar y ayudar con México.
Entre los acuerdos que se firmaron durante la visita de Estado del presidente de México a esta nación hay uno entre el gobierno mexicano y el Instituto Danés de Derechos Humanos para mejorar en el sector.
“Aceptamos con muchísimo agrado las modificaciones, dentro de todas las medidas que apuntan a fortalecer el estado de derecho. Ciertamente quedan algunas cosas pendientes, pero ciertamente México es un país que ha avanzado muchísimo”, indicó.
Destacó que México es la economía 15 del mundo y pronto estará entre las 10 más importantes.
“Yo creo que la cooperación y el comercio es la manera de trabajar y avanzar, obviamente están estas cuestiones”, puntualizó.
Por su parte, Peña Nieto aseguró que su gobierno tiene compromiso “amplio y decidido” con ese tema, aunque admitió que esa cuestión constituye un “desafío” para su país.
“Es un reto y un desafío. Estamos avanzando, tenemos un profundo y amplio compromiso y existen progresos claramente acreditados”, declaró Peña Nieto en la rueda de prensa conjunta.
“En los últimos diez años México ha estado abierto al escrutinio de organismos internacionales que vigilan los derechos humanos. Más del 70% de sus recomendaciones han orientado cambios en la legislación y la práctica administrativa”, afirmó.
El mandatario mexicano citó entre los desafíos la gran población de su país y su extensión geográfica.
La firma de un acuerdo entre el Instituto de Derechos Humanos danés y el Ministerio de Interior mexicano para promover el respeto de esos derechos en el mundo empresarial fue puesta como ejemplo por Rasmussen del compromiso de ambos países en ese área.
Durante la comparecencia de ambos mandatarios Peña Nieto resaltó su intención de aprender de Dinamarca y Alemania, primer destino de su minigira europea, en prácticas de anticorrupción.
El presidente mexicano anunció que la próxima semana dará a conocer las nuevas líneas de acción de su Ejecutivo en la lucha antidrogas y que será la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien acuda a la sesión especial sobre narcóticos de la ONU.
Otra protesta
Un centenar de personas participó ayer en una concentración frente al Parlamento danés en protesta por las violaciones de los derechos humanos en México, con motivo de la visita de Estado de Peña Nieto.
Los manifestantes, un grupo bautizado “Amigos conscientes de México”, denunciaron las graves violaciones, la falta de investigación de los casos y de persecución judicial de los responsables de unos delitos “en los que las autoridades a menudo están involucradas”.
Según denunció esta organización, desde la subida al poder en 2012 de Peña Nieto, calificado de “máximo representante del país más corrupto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)”, se han registrado nuevos incidentes con intervención de policías y militares, y de manera especial la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa.
En la concentración los participantes portaban pancartas con lemas como “Primero los derechos humanos, luego el comercio”, “Justicia para México” y “Dejen de matar a México”, y se colocaron bolsas negras y cruces en el exterior del Parlamento en recuerdo de los miles de desaparecidos y asesinados.
La iniciativa contaba con el apoyo de la rojiverde Lista Única, cuarta fuerza del Parlamento danés.
La sección danesa de Amnistía Internacional instó también estos días al primer ministro danés, Rasmussen, a discutir el tema de los derechos humanos con Peña Nieto durante la reunión que mantuvo ayer en la oficina del jefe del Ejecutivo danés, junto al Parlamento.
Estrechan lazos
Peña Nieto estrechó los lazos comerciales y políticos con Dinamarca a través de la firma de varios acuerdos de cooperación y recibió el respaldo del gobierno danés a su línea económica.
En la primera visita de Estado de un mandatario mexicano en casi dos siglos de relaciones diplomáticas, Peña Nieto intervino ante centenar de empresarios y representantes institucionales de ambos países y mantuvo encuentros con la presidenta del Parlamento de Dinamarca, Pia Kjærsgaard, y el primer ministro danés.
Rasmussen y el mexicano firmaron media docena de acuerdos sobre política energética y cooperación en salud y resaltaron el potencial en ámbitos como la agricultura y la innovación.
Tanto en la rueda de prensa con Rasmussen como en el foro con empresarios, Peña Nieto destacó las “ventajas competitivas” de la economía de su país, cuyo intercambio comercial con Dinamarca subió el año pasado a 600 millones de euros.
“México es un destino confiable, en proceso de transformación y desarrollo”, dijo el visitante en el foro económico y recalcó su condición de “plataforma productiva de alcance global”, puente entre Norteamérica y América Latina y con la región de Asia-Pacífico.
La estabilidad política y macroeconómica, el gran capital humano y la apertura y competitividad de su economía fueron subrayados por el mandatario mexicano, cuyas reformas favorables para el “clima empresarial” recibieron el elogio del presidente de los empresarios daneses, Karsten Dybvad.
