En entrevista, Orihuela expresó que el arancel podría frenar la exportación de productos mexicanos, pero insistió en no detenerla, y destacó que los productores del sector agropecuario ahora más que nunca tienen que garantizar la inocuidad y calidad de los alimentos para mantener los espacios ganados con trabajo y esfuerzo.
“Esto no ha sido una dádiva de nadie, los productores mexicanos han incrementado su producción, han mejorado su calidad, y con base al esfuerzo hoy en día tenemos productos que se pueden vender a muy buenos precios y que son atractivos para mucha gente”.
Señaló que en ambos lados de la frontera, los productores agropecuarios se han beneficiado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por lo que se requiere buscar acercamiento entre las dos partes para plantear al gobierno de Estados Unidos que es necesario mantener las condiciones de libre comercio.
Orihuela refirió que en caso de pretender aplicar aranceles a los productos mexicanos, Estados Unidos no los podría incrementar mucho más de lo registrado ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
”Claro que sería un tema que afectaría, pero no tiene un margen de maniobra tan amplio como mucha gente cree del gobierno norteamericano, porque ya estaría infringiendo los propios tratados internacionales que ha firmado Estados Unidos en materia de comercio”, dijo el dirigente de la CNPR. En cambio, abundó, México sí tiene márgenes muy amplios para incrementar las tasas a varios de insumos que llegan de Estados Unidos.
Datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) señalan que durante los primeros once meses de 2016, el valor total de las exportaciones agroalimentarias mexicanas a Estados Unidos ascendió a 22 mil 774 millones de dólares, lo que representa un incremento de nueve por ciento comparado con el mismo periodo del año 2015.
Los principales productos de exportación fueron cerveza, jitomate y aguacate, los cuales registraron exportaciones con un valor de dos mil 872 millones de dólares; mil 816 millones de dólares y mil 605 millones de dólares respectivamente.
También se exportaron productos como tequila, pimientos, berries, carne de res deshuesada, confitería, ganado bovino en pie y pan dulce; estos diez productos representan el 49 por ciento del valor total de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos.
De acuerdo con la Sagarpa, a partir del TLCAN, el flujo de bienes agroalimentarios creció en 420 por ciento, entre 1993 y 2015, al pasar de siete mil 790 millones de dólares a 40 mil 539 millones de dólares, lo cual representa una Tasa Media de Crecimiento Anual (TMCA) de 7.4 por ciento durante los últimos 23 años.
Respecto a la balanza comercial agroalimentaria de México con Estados Unidos, indicó la Sagarpa, a partir de 2014 se registró un superávit a favor de México, que fue de 73 millones de dólares (el primero desde el inicio del TLCAN); en 2015 alcanzó los tres mil 615 millones de dólares y hasta el mes de noviembre de 2016 se observó un superávit de cuatro mil 890 millones de dólares.
Rocío Miranda Pérez, presidenta de Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), consideró que la renegociación del TLCAN con Estados Unidos deja la puerta abierta para que México cree nuevos acuerdos comerciales y fortalezca el mercado interno.
Es momento de que México alcance la soberanía alimentaria en la próxima década y resaltó que es momento de impulsar el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre, propuesto por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El gobierno mexicano, añadió Miranda Pérez, debe mostrar voluntad para ser incluyente con la opinión de todos los sectores productivos del medio rural, ya que, aseguró, el TLCAN sólo ha beneficiado a unos cuantos productores.
