El viernes 16 de agosto del año en curso apareció en el Diario Oficial de la Federación la llamada Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, también conocida como Ley Antilavado de dinero, emitida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP).
El término “lavado de dinero” proviene de la década de los años 20 en Nueva York, cuando los gángsters poseían cadenas de lavanderías para poder mezclar el dinero de sus actividades criminales con dinero legítimo.
Estas nuevas disposiciones afectan cierto tipo de compras en efectivo, habrá que estar atentos a las nuevas disposiciones de esta ley sobre todo a la hora de pagar con dinero en efectivo ciertos bienes como los inmuebles, automóviles, casas, joyas y hasta obras de arte.
Por ejemplo, en su artículo 32, la ley menciona que en la compra de inmueble quedará prohibido pagar y aceptar pagos en efectivo por un monto superior a 8,025 salarios mínimos (equivalentes a 519,699 pesos). En el caso de la compra de vehículos nuevos o usados, relojes, joyas, metales, piedras preciosas u obras de arte el pago máximo no podrá exceder de 3,210 salarios mínimos, equivalentes a 207,879 pesos. El resto de los pagos se puede hacer por otras vías, por ejemplo, transacciones electrónicas.
La ley también considera a la práctica de juegos con apuestas, concursos o sorteos, la emisión o comercialización de tarjetas de servicios o de crédito no bancarias, a las que llama Actividades Vulnerables.
También contempla en ese rubro: cheques de viajero, la prestación de operaciones de mutuo, de garantía, de crédito o prestado realizada por personas distintas a las entidades financieras, como las sociedades financieras de objeto múltiple (Sofomes).
Todos estos actores tendrán la obligación de identificar a los clientes que realicen operaciones sospechosas, reportar estas actividades a la SHCP y conservar esos datos durante 10 años.
