Los niveles de seguridad que indica el Código Internacional para la Protección de los Buques y de las Instalaciones Portuarias (PBIP) se componen por el Nivel 1, que corresponde a mantener las medidas adecuadas de protección en todo momento; el Nivel 2 con medidas de protección adicionales durante un periodo de tiempo, como resultado de un aumento del riesgo de que ocurra un suceso que afecte a la protección marítima.
El Nivel 3, ejecutado en Lázaro Cárdenas, requiere de medidas concretas de protección durante un periodo de tiempo limitado cuando sea probable o inminente un suceso que afecte a la protección marítima, aunque no sea posible determinar el objetivo concreto.
Debido a los riesgos que se pueden presentar y que requieren de establecer estos niveles de protección, se efectuó con un simulacro en las instalaciones de Fertinal, en el cual fue supuesta una afectación durante el trasiego de amoniaco de un buque “Ficticio” a tanques de almacenamiento, figurando la intervención del grupo subversivo ficticio, mismo que abordó el buque mediante embarcaciones menores, tomando el control de la maniobra de trasiego, golpeando la válvula de paso principal, ocasionando riesgos considerables por fuga de mercancía de alto riesgo, generación de gases corrosivos, peligro de incendio por reacción exotérmica y el reporte de cuatro heridos en el área de maniobras del buque por “inhalación de gases”.
Para la toma de decisiones se instaló el Centro de Mando Unificado (Cumar) entre la Décima Zona Naval, la Asipona Lázaro Cárdenas, Capitanía Regional de Puerto y la Unidad Naval de Protección Portuaria que para esta práctica fueron convocadas en las instalaciones de la Asipona para dar respuesta inmediata con el apoyo de las brigadas de emergencia, haciendo frente al suceso de manera coordinada, elevando a nivel 3 de protección del puerto realizando los protocolos correspondientes para controlar los incidentes.
Como parte del ejercicio se realizaron evaluaciones bajo los procedimientos del Plan de Protección de las Instalaciones Portuarias, así como el redoblar las medidas de seguridad en los accesos e instalaciones para prevenir situaciones que continuaran representando una amenaza para la actividad industrial y comercial, así como del recinto portuario.
Esta práctica concluyó después de hora y media. Durante el proceso se monitorearon todas las terminales, instalaciones, patios y vialidades, cumpliendo con el objetivo de intervenir de manera eficiente con los mecanismos y personal de emergencia y seguridad, evaluando la capacidad de respuesta de las diversas autoridades y brigadas que participaron en esta práctica, bajo la dirección del Centro de Mando Unificado.
