Las modificaciones derivadas de la reforma fiscal se encuentran entre las principales barreras, “diversos productores estadounidenses han manifestado su inconformidad en relación con la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la importación de ciertos bienes. Mientras los suplementos alimenticios sí están sujetos al pago de este impuesto, productos similares que se comercializan en México no lo pagan”, señaló el Informe presentado al Congreso de ese país el pasado 31 de marzo.
Adicional a las disposiciones fiscales, desde diciembre del año pasado, existen nuevos procedimientos de licencias de importación para productos de acero; esto ha generado “retrasos en la revisión y el otorgamiento de las mismas”, y por ende “rupturas en las cadenas productivas, ya que los bienes deben permanecer en la frontera generando costos adicionales”.
Los procedimientos aduanales en México son complejos, constantemente la legislación es modificada sin previo aviso. No existe una interpretación uniforme para los procesos por parte de los funcionarios mexicanos adscritos en los diversos establecimientos del país, así como la existencia de una aplicación desigual en la aplicación de los reglamentos, indicó el estudio.
