Los países firmantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se enfrentarán en la futura renegociación con un importante obstáculo con sello asiático, y que los propios socios han impulsado durante décadas, consideraron especialistas en comercio exterior y política industrial.
Para Arturo Oropeza, Vicepresidente del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), no debe sorprendernos la integración comercial que China -y otros países asiáticos- ha construido con el TLCAN en sus 23 años de vigencia.
El especialista comentó que en décadas recientes el gigante asiático se convirtió en un polo industrial esencial, incluso para otros países de Occidente, ya que aprovechó cierta tolerancia con respecto a políticas antidumping laxas y aranceles disminuidos.
“Perdimos con la precarización de los costos (de la manufactura) y con el traslado de la producción a Asia”, principalmente a China, dijo Oropeza en el evento denominado TLCAN, renegociación o diversificación de mercados. ¿Cuál es el mejor camino para México?, realizado por MXINFRASTRUCTURE.
Sin tener un tratado de libre comercio, China se ha convertido en un socio comercial muy importante para América del Norte, ya que a principios de la década de los 90 el país asiático aportaba el 5% de las importaciones de la región, mientras que en la actualidad representa el 20%, según datos compartidos por Enrique Dussel.
Así, en la actualidad es el segundo socio comercial de México y Canadá, y el primero para Estados Unidos.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, es el principal impulsor de la renegociación del TLCAN, con la que pretende reducir el déficit comercial que tiene con México valorado en poco más de 60 mil millones de dólares.
Para Enrique Dussel, Coordinador del Centro de Estudios China-México (CECHIMEX), de la Universidad Nacional Autónoma de México, existen por lo menos cinco escenarios posibles dentro de la pronta renegociación.
En el primero se da un mutuo acuerdo; (2) no existe acuerdo pero sigue vigente el TLCAN; (3) sin acuerdo y cancelación del TLCAN; (4) sin acuerdo, cancelación del TLCAN y aumento de aranceles; y, por último, un mutuo acuerdo y con un fortalecimiento en las reglas de origen.
Dussel advirtió que de eliminarse el TLCAN, los sectores que más se han beneficiado de este instrumento comercial, como el automotriz, acabarían “pagando” tres cuartas partes de los aranceles que se aplicarían.
Ambos analistas coincidieron en que el tema de las reglas de origen es uno de los elementos más importantes que debe ser considerado en la renegociación, es decir, incentivar a que las distintas industrias incluyan un mayor porcentaje de contenido regional en sus procesos productivos, así también se motivaría a la llegada de más empresas extranjeras y el desarrollo de las locales.
Sin embargo, existe una “enorme debilidad institucional en el proceso de renegociación (por parte de México)”, refirió Dussel, aunque el propio gobierno federal ha mencionado que ya se han instalado varias mesas de diálogo con los sectores productivos más implicados en el terreno comercial.
