Ante la crisis del rublo, el gobierno de Vladimit Putin aspira a frenar con retenciones la suba del cereal y el pan en el mercado doméstico. ¿Puede representar una oportunidad para que los productores argentinos recuperen mercados internacionales?
Los rumores que iniciaron al principio de la semana pasada fueron confirmados por el gobierno de Vladimir Putin, que para impedir una suba del precio del trigo y por lo tanto del pan en su mercado doméstico, impondrá barreras aduaneras a la exportación de este producto del cual Rusia es uno de los principales productores mundiales.
El decreto con el que se oficializó esta medida fue firmado el 25 de diciembre por el primer ministro Dimitri Medvedev y publicado el jueves por la noche en la página web del gobierno ruso. Se aplicará del 1 de febrero al 30 de junio.
La tasa ascenderá al 15% del precio por tonelada más 7,5 euros, pero en ningún caso podrá ser inferior a 35 euros.
Esta medida podría representar una oportunidad para los productores trigueros argentinos, que según adelantó la cartera de Agricultura, esperan que la actual campaña supere la producción de 13 millones de toneladas.
De este total, el mercado doméstico demanda aproximadamente la mitad. Sin embargo, hasta el momento el gobierno nacional, que mantiene una intervención sobre la comercialización del cereal, sólo liberó para exportación alrededor de 2,5 millones de toneladas de trigo.
