La atonía de la economía internacional ha traído para México, no solamente mayores dificultades para incrementar los volúmenes de ventas al exterior, sino que se ha reflejado, fundamentalmente, en una caída en el precio de las exportaciones, las cuales han presentado una fuerte reducción en dólares, en tanto que el de las importaciones han bajado a menor velocidad.
Dicho comportamiento ha dado por resultado un desplome en los términos de intercambio de nuestro país con el exterior, situación que no se veía desde la pasada recesión mundial.
De acuerdo a la última información publicada por el Banco de México, el precio en dólares de las exportaciones de México cayó 9.16 % a tasa anual en el pasado julio, lo que contrasta sensiblemente con una baja moderada en las importaciones de 0.06 %.
La caída en los términos de intercambio de nuestro país no es un hecho aislado, dado que en julio hilaron su quinta caída consecutiva, situación que no se veía desde la pasada recesión mundial, estallada a finales del 2008.
Cabe señalar que un deterioro en los términos de intercambio significa tener que exportar una mayor cantidad de bienes para poder adquirir el mismo volumen de mercancías y servicios proveniente del exterior.
La pérdida del poder de compra de las exportaciones de naciones emergentes, significa el fin de un boom, sobre todo de materias primas, que hizo que este tipo de naciones encabezaran la recuperación económica mundial.
Sin embargo lo vientos han cambiado, sobre todo por el proceso de desaceleración que experimentan naciones fuertemente consumidoras de matarías primas como China, a lo que se suma la recesión en Europa.
México está saliendo, por el momento, mejor librado de la actual tendencia al deterioro de los términos de intercambio, debido a su mayor vinculación a la economía norteamericana, la cual se está defendiendo mejor, en el actual proceso de desaceleración.
En el caso de nuestro país, también se tiene cierto colchón, dado que se presenta un superávit comercial con el exterior, aunque en el pasado julio, el saldo de la balanza ya tuvo números rojos.
En los próximos meses se podrían prender los focos amarillos, sobre todo en caso de que los Estados Unidos, muestren una menor actividad, de no encontrar una salida que combine la reducción de su déficit fiscal con el sostenimiento de un ritmo moderado en la actividad económica.
