CD. DE MÉXICO.- A pesar de la fuerte depreciación del peso en meses recientes, las exportaciones manufactureras han tenido un mal inicio de año a causa de una menor demanda estadounidense de productos mexicanos, lo que es resultado de factores coyunturales como el mal clima y un menor dinamismo productivo en el vecino País del Norte, explicaron especialistas.
En febrero, las ventas manufactureras al exterior sumaron 25 mil 939 millones de dólares, lo que significó un incremento anual de apenas 3.5%, tasa inferior 5.6% a la reportada en enero y mucho menor al 15.8% alcanzado en diciembre de 2014.
Considerando cifras ajustadas por estacionalidad, el valor de las exportaciones de estos bienes reportó un retroceso de -0.3%, de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Las cifras de exportaciones manufactureras del primer bimestre han sido afectadas por las condiciones meteorológicas adversas en Estados Unidos, por lo que este resultado tiene un sesgo negativo temporal. Partiendo de ello, la expansión de las ventas de bienes manufacturados al exterior deberá acelerarse durante el resto de este año, explicó el analista económico de Banamex, Arturo Vieyra.
Especialmente decepcionante fue la tasa de crecimiento de sólo 3.5% anual de los envíos de automóviles y autopartes (en unidades exportadas se reportó un avance de 12.5% anual), sobre todo si se toma en cuenta que en enero el incremento anual había llegado a 15.3%. En febrero el valor de las exportaciones del sector automotriz con base en datos desestacionalizados, reportó un retroceso de 2.1% respecto al mes inmediato anterior.
Dado que el 60% de las exportaciones del sector automotriz mexicano son vehículos y el otro 40% autopartes, por ahí podría venir la desaceleración, comentó Isaac Velasco, especialista de Ve por Más.
El año pasado el valor de las exportaciones de automóviles tipo turismo sumaron 32 mil millones de dólares, en tanto que las ventas de partes y accesorios de vehículos fueron de casi 23 mil millones.
La conexión parecería un poco intuitiva, pero se debe a que algunas de las exportaciones manufactureras de México a Estados Unidos, a su vez, son usadas en la industria estadounidense; entonces, al haber una pérdida de competitividad de las exportaciones estadounidenses por la fortaleza del dólar indirectamente afecta a la industria de exportación mexicana, que depende a su vez de la industria estadounidense, comentó Velasco.
