Se invertirán mil 200 mdd en infraestructura al sur

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En concreto, la reforma fiscal, capitaneada por Luis Videgaray Caso, secretario de Crédito Público y Hacienda, ha ayudado al país a compensar el desplome de los ingresos petroleros (cayeron 33% en 2015), otrora su principal fuente de ingresos. Así, mientras la venta de crudo ha pasado de equivaler 10% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2006 a 3.5% en 2015, los ingresos tributarios no petroleros han pasado de ser 8.4% en 2012 a más de 13% del PIB en 2015, logrando su mayor recaudación en 25 años. A su vez, en el primer semestre del año pasado, los ingresos del petróleo representaron 18.6% del presupuesto, frente a 44% de 2008.

“La reforma hacendaria, que entró en vigor en 2014, llegó en el momento oportuno. Sin el aumento observado en la recaudación, no tendríamos la capacidad de enfrentar con éxito, preservando la estabilidad, los retos de la economía global”, aseguró Videgaray en una entrevista, celebrada la semana pasada en Ciudad de México.

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En los últimos meses, el peso se ha seguido depreciando ante el dólar y el euro hasta rozar los 19 pesos por cada ‘billete verde’ y superar los 20. El gobierno y el Banco de México ya intervinieron en el mercado en febrero para blindar a la divisa… ¿Se esperan más medidas?

En febrero anunciamos tres medidas: cambios en la política monetaria, materia fiscal y una nueva manera de intervenir en el mercado cambiario. Ese día anunciamos que desde el Banco de México y la Secretaría de Hacienda actuaríamos de manera coordinada cada vez que observemos circunstancias excepcionales de especulación que hagan que el valor del peso mexicano se desvíe de manera significativa con respecto a los fundamentos de mercado. Hasta ahora, los movimientos que hemos observado en el peso tienen que ver con variables como la expectativa de que la Reserva Federal suba las tasas de interés en EU y ciertos eventos como la reunión de la OPEP, pero no hemos observado una especulación relativa al peso mexicano. En caso de presentarse situaciones excepcionales estamos dispuestos a intervenir.

Usted ha resaltado que para lograr un crecimiento a tasas superiores al 4% se requiere sintonizar a todas las regiones. La semana pasada el gobierno promulgó la Ley de Zonas Económicas Especiales (ZEE) que persigue impulsar el desarrollo de los estados más pobres de México, que son los del sur…

—Efectivamente, si se analiza a México desde punto de vista regional, a partir de la firma del tratado de libre comercio con América del Norte queda muy claro que en México estamos viviendo al mismo tiempo dos historias distintas. En la zona de Bajío y de la frontera norte, el Producto Interno Bruto por habitante ha crecido en las últimas tres décadas por encima de 50%. Sin embargo, en la zona del sur (Chiapas, Oaxaca, Guerrero) en esas mismas tres décadas el PIB per cápita creció 9%. Esto muestra que el país está creciendo a dos velocidades y que las políticas públicas que ha ejercido el Estado mexicano para desarrollar al sur del país no han sido suficientes… Esto es algo que está ampliamente diagnosticado y desde el principio de la administración nos dimos a la tarea de estudiar qué políticas de desarrollo industrial han funcionado en otros países como la delimitación de zonas económicas.

¿Qué medidas se van a tomar para impulsar el crecimiento económico de las regiones del sur?

—Una vez promulgada la Ley, empezamos con el establecimiento de todas las zonas económicas especiales. Estas demarcaciones tendrán un tratamiento fiscal distinto, incentivos fiscales importantes a largo plazo, como dar una tasa reducida del impuesto sobre la renta, ventajas para el comercio exterior y también infraestructura, conectividad, acceso a la banda ancha y, por supuesto, esfuerzos de creación de comunidad. No puede haber solamente fábricas, tiene que haber escuelas, hospitales… Tienen que ser lugares donde las familias quieran vivir. Es una gran apuesta por desarrollar el sur y también por hacer algo diferente porque, si queremos resultados distintos, no podemos seguir apostando por hacer lo mismo que en los últimos 20 años.

¿Qué inversión inicial hay prevista para desarrollar las infraestructuras necesarias?

—Tenemos detectados alrededor de 80 proyectos de infraestructuras de diferentes tipos, como construcción de líneas de gas natural, autopistas, puertos… Se estima que la inversión, que será pública y privada, andará por mil 200 millones de dólares