Aunque el permiso no tendrá costo alguno, los requisitos pueden sobrepasar la capacidad de muchos empresarios que hoy día tienen concesiones para la venta de gasolina.
Lo anterior debido a que la Comisión Reguladora de Energía, dependencia que revisa los lineamientos a seguir de las gasolineras, establece que para poder obtener un permiso previo de importación de hidrocarburos, es necesario contar con las instalaciones necesarias para el almacenaje del producto.
El artículo 49 de la Ley de Hidrocarburos señala que los términos y condiciones de dichos permisos obligarán a los interesados a realizar la contratación de servicios de transporte, almacenamiento y distribución, así como cumplir con las normas de seguridad de suministros por ellos mismos o a través de terceros.
Además, están obligados a inscribirse en el Padrón de Importadores de Sectores Específicos del SAT a más tardar en septiembre, según lo dicta la Tarifa de la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación.
Dado que la mayor parte de la infraestructura es propiedad de Pemex, no todos los empresarios que buscan vender gasolina importada podrán hacerlo por su propia cuenta.
Además, a la fecha, aún no se ha estipulado si el Gobierno impondrá o no aranceles a la compra de gasolinas importadas, lo que encarecería el producto dado que esta mercancía no se encuentra registrada en el Tratado de Libre Comercio.
Aunque algunos expertos en comercio exterior aseguran que esto sería poco probable, ya que de hacerlo subirían los precios al consumidor final, contradiciendo así la promesa de mejorar los precios del Ejecutivo Federal.
