Los legisladores republicanos y demócratas de Estados Unidos chocaron el jueves en torno a la renovación de un antiguo programa para ayudar a los trabajadores desplazados por la competencia extranjera, poniendo en peligro la aprobación de tres tratados de libre comercio.
Los republicanos de la Comisión de Finanzas del Senado objetaron un plan de la Casa Blanca de incluir la extensión del programa Asistencia por Ajuste Comercial (TAA por sus siglas en inglés) en el proyecto para implementar el acuerdo comercial con Corea del Sur, argumentando que el esquema es demasiado costoso e ineficaz.
El presidente de la comisión, el demócrata Max Baucus, defendió la estrategia, pero dijo que estaba abierto a “otras opciones (…), siempre y cuando provean certidumbre” de que el TAA será aprobado junto con los acuerdos comerciales pendientes con Corea, Colombia y Panamá.
En la Cámara de Representantes, el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios, el republicano Dave Camp, dijo que aspiraba a aprobar la legislación del TAA de forma separada.
“Si el presidente Camp y otros líderes del Congreso tienen ideas alternativas para asegurar un piso para la consideración oportuna del TAA en ambas cámaras del Congreso, estamos abiertos a escucharlas y discutirlas. No permitiremos que este apoyo clave para los trabajadores estadounidenses sea desplazado de la agenda comercial“, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
Ambas comisiones del Congreso se reunieron para analizar la legislación que implementa los tratados, que fueron negociados hace más de cuatro años por el Gobierno de George W. Bush.
El senador Orrin Hatch, el principal republicano de la Comisión de Finanzas, es presionado por el sector llamado Tea Party de su partido para mostrarse duro frente a los proyectos que elevan el gasto y ha dicho que apoyará los tres acuerdos, pero que votará en contra del de Corea si se incluye el TAA.
Sumados, los tres pactos impulsarían las exportaciones de Estados Unidos en unos 13.000 millones de dólares, lo cual según Obama ayudaría a crear decenas de miles de empleos en el país.
Las comisiones de ambas cámaras votarán una serie de enmiendas no vinculantes que la Casa Blanca puede incluir o no en los proyectos finales que envía al Congreso para que sean votados.
Ese es tradicionalmente un primer paso para la evaluación legislativa de los acuerdos comerciales, que según normas previamente acordadas, no pueden ser modificados una vez que la Casa Blanca los presenta formalmente para su ratificación
