La Unión Europea se posicionó como la primera fuente de Inversión Extranjera Directa (IED) de México del 2008 a la primera mitad del año en curso, desplazando a Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
En ese periodo, la IED de las naciones del bloque europeo alcanzó 82,243 millones de dólares, mientras que los flujos estadounidenses fueron por 74,432 millones de dólares. “Hay una diversificación de la plataforma de atracción de inversión”, destacó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, en un mensaje durante un evento sobre los 15 años del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM).
En los primeros ocho años de este tratado, del 2000 al 2007, las llegadas a México de IED estadounidense fueron por 104,219 millones de dólares, muy por arriba de las del bloque europeo, las cuales sumaron 68,411 millones de dólares. Según un reciente estudio de BBVA Bancomer, es muy probable que los flujos de IED de empresas de la Unión Europea hacia México representen decisiones en la integración vertical de su producción con el objetivo de posicionarse más fácilmente para exportar al mercado estadounidense.
Esto ha influido para que el comercio no se haya diversificado tanto como la IED. De todas las exportaciones mexicanas de productos, las dirigidas a la Unión Europea significaban 4% en 1999, un porcentaje que escaló a 5.1% en 2014.
En una nueva coyuntura, México espera iniciar y concluir la renegociación del TLCUEM en el 2016 y busca que se le permita, a través de una cláusula, acumular origen en el TLC que negocian los Estados Unidos y la Unión Europea, llamado Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por su sigla en inglés).
“México ya tiene un TLC con Estados Unidos y un TLC con la Unión Europea, que nos den acumulación, siempre y cuando nos den un periodo para negociar la adhesión, y si no negociaríamos la adhesión perdemos la cláusula”, planteó al respecto Jaime Zabludovsky, exnegociador en jefe de México en el TLCUEM.
“No es un acto simplemente de buena fe de las autoridades (la acumulación de origen), si estamos invertidos de capital europeo en industrias claves en la manufactura, ése es en el mejor interés de Audi, BMW y otras empresas”, comentó Guajardo.
